La pérdida de peso es un viaje complejo en el que se embarcan muchas mujeres, a menudo con grandes expectativas y un fuerte deseo de transformar su cuerpo. Sin embargo, para algunas mujeres, a pesar de sus mejores esfuerzos, deshacerse de esos kilos de más parece casi imposible. Este fenómeno ha desconcertado a los expertos durante años y ha llevado a explorar la psicosomática de las mujeres con sobrepeso.
La psicosomática, el estudio de la conexión mente-cuerpo, sugiere que nuestro estado psicológico y emocional puede tener un profundo impacto en nuestra salud física. En lo que respecta a la pérdida de peso, esta teoría postula que los problemas emocionales no resueltos y las barreras psicológicas pueden dificultar el progreso e impedir una pérdida de peso satisfactoria.
Uno de los factores clave de la psicosomática de las mujeres con sobrepeso es la alimentación emocional. Muchas mujeres recurren a la comida como forma de afrontar el estrés, la tristeza o incluso el aburrimiento. Estos desencadenantes emocionales pueden llevar a comer en exceso y a un círculo vicioso de culpa y vergüenza. Comprender y abordar estos patrones emocionales es crucial para el éxito de la pérdida de peso a largo plazo.
Otro aspecto de la psicosomática de las mujeres con sobrepeso es el papel de la autoestima y la imagen corporal. La sociedad suele dar mucha importancia al aspecto físico, y las mujeres con sobrepeso pueden luchar con sentimientos de inadecuación y baja autoestima. Estas creencias negativas pueden crear comportamientos de autosabotaje y falta de motivación para hacer cambios duraderos.
Al reconocer y abordar la psicosomática de las mujeres con sobrepeso, podemos desarrollar estrategias más holísticas y eficaces para perder peso. Al incorporar la terapia y el asesoramiento a los programas de pérdida de peso, las mujeres pueden superar sus barreras emocionales y cultivar una mentalidad más sana hacia la comida y su cuerpo. En última instancia, comprender la conexión mente-cuerpo es esencial para conseguir una pérdida de peso sostenible y un bienestar general.
Causas psicosomáticas del sobrepeso
El sobrepeso y la obesidad son problemas complejos que pueden tener diversas causas subyacentes. Aunque factores como la predisposición genética, los desequilibrios hormonales y los trastornos metabólicos pueden contribuir al aumento de peso, los factores psicosomáticos también desempeñan un papel importante.
La psicosomática hace referencia a la relación entre la mente y el cuerpo, en la que los factores psicológicos pueden manifestarse como síntomas o trastornos físicos. En el caso de las personas con sobrepeso, existen varias causas psicosomáticas que pueden estar influyendo en su incapacidad para perder peso de forma eficaz.
- Alimentación emocional: Muchas personas con sobrepeso luchan contra la alimentación emocional, utilizando la comida como mecanismo de afrontamiento del estrés, la ansiedad o la depresión. Esta conexión emocional con la comida puede llevar a comer en exceso y a ganar peso.
- Estrategias de afrontamiento poco saludables: Algunas personas pueden recurrir a estrategias de afrontamiento poco saludables, como los atracones o el consumo excesivo de alimentos con alto contenido calórico, como forma de lidiar con el dolor emocional o los traumas. Estos comportamientos pueden provocar un aumento de peso y dificultades para adelgazar.
- Problemas de imagen corporal: Una imagen corporal negativa y una baja autoestima pueden contribuir al aumento de peso y dificultar el mantenimiento de un estilo de vida saludable. Las personas con una imagen corporal pobre pueden adoptar hábitos alimentarios poco saludables o evitar la actividad física, perpetuando aún más el sobrepeso o la obesidad.
- Estrés y cortisol: El estrés puede desencadenar la liberación de cortisol, la hormona del estrés, que puede aumentar el apetito y provocar un aumento de peso. El estrés crónico puede alterar el equilibrio hormonal del organismo, lo que dificulta aún más la pérdida de peso.
- Autosabotaje: Algunas personas pueden autosabotear sus esfuerzos por perder peso debido a miedos o inseguridades subyacentes. El miedo al cambio, el miedo al fracaso o la falta de confianza en uno mismo pueden impedir el progreso y contribuir al aumento de peso.
Es importante abordar estas causas psicosomáticas del sobrepeso para lograr el éxito de la pérdida de peso a largo plazo. Reconocer y comprender los factores psicológicos que contribuyen al aumento de peso puede ayudar a las personas a desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables, mejorar la imagen corporal, controlar el estrés y superar las tendencias de autosabotaje. Trabajar con un profesional sanitario o terapeuta puede ser beneficioso para abordar estas causas psicosomáticas y desarrollar un enfoque holístico de la pérdida de peso.
1. Baja autoestima
La baja autoestima es a menudo un factor importante que contribuye a la lucha contra la pérdida de peso entre las mujeres con sobrepeso. Vivir en una sociedad que valora la delgadez y a menudo la equipara con la belleza y el éxito puede hacer que las mujeres se sientan presionadas para ajustarse a unos estándares poco realistas. Esta presión puede dar lugar a percepciones negativas de sí mismas, reducir su autoestima y, en última instancia, obstaculizar sus esfuerzos por perder peso.
Las mujeres con baja autoestima suelen tener una imagen corporal negativa y una percepción distorsionada de su cuerpo. Pueden verse a sí mismas como poco atractivas, indignas o incluso no dignas de ser amadas. Estos pensamientos negativos pueden convertirse en un obstáculo para adoptar hábitos y conductas saludables que favorezcan la pérdida de peso. Pueden caer en la alimentación emocional o recurrir a la comida como forma de hacer frente a sus sentimientos de inadecuación.
Además, la baja autoestima puede conducir a una falta de confianza y motivación. Las mujeres pueden dudar de su capacidad para hacer cambios duraderos o temer el fracaso. Esto puede dar lugar a un ciclo de autosabotaje, en el que las mujeres empiezan dietas o rutinas de ejercicio pero abandonan rápidamente cuando se enfrentan a retos o contratiempos.
Abordar la baja autoestima es crucial para las mujeres con sobrepeso que quieren perder peso. Desarrollar una imagen corporal positiva y mejorar la autoaceptación puede ayudar a las mujeres a sentirse más seguras y motivadas para tomar decisiones más saludables. La terapia, los grupos de apoyo y los recursos de autoayuda pueden ser herramientas valiosas para ayudar a las mujeres a mejorar su autoestima y desarrollar una mentalidad más positiva hacia su cuerpo y sus objetivos de pérdida de peso.
2. Depresión alimentaria
La conexión entre el sobrepeso y los estados psicológicos es muy compleja y puede estar influida por diversos factores. Uno de los factores emocionales subyacentes que pueden contribuir al aumento de peso o a la dificultad para adelgazar es la depresión alimentaria.
La depresión alimentaria se refiere a un estado mental en el que un individuo utiliza la comida como forma de hacer frente a emociones negativas o sentimientos de tristeza, estrés o ansiedad. Esta alimentación emocional puede llevar a comer en exceso, a darse atracones y a consumir alimentos poco saludables, con el consiguiente aumento de peso y multitud de problemas de salud.
Las mujeres que sufren depresión alimentaria a menudo encuentran consuelo en la comida, utilizándola como una forma de automedicación para anestesiarse o distraerse de su dolor emocional. Pueden recurrir a alimentos ricos en calorías, grasas o azúcar, ya que estos alimentos desencadenan la liberación de dopamina en el cerebro, proporcionando temporalmente una sensación de placer y alivio.
Además del consumo de alimentos poco saludables, la depresión alimentaria también puede tener efectos negativos en los hábitos alimentarios de una persona. Algunas mujeres pueden experimentar dificultades para controlar el tamaño de sus raciones, comiendo con frecuencia en exceso o hasta sentirse incómodamente llenas. Otras pueden comer en secreto o sentir falta de control o culpabilidad después de comer.
Este círculo vicioso de alimentación emocional y aumento de peso puede contribuir a generar sentimientos de baja autoestima, mala imagen corporal y aumento de la depresión. El aumento de peso también puede conducir al aislamiento social, ya que los individuos pueden sentirse avergonzados de su apariencia, lo que les lleva a retirarse de las actividades y compromisos sociales.
Abordar la depresión alimentaria requiere un enfoque integral que combine terapia psicológica, asesoramiento y técnicas de modificación de la conducta. Los terapeutas pueden ayudar a las personas a identificar los desencadenantes emocionales y a desarrollar estrategias de afrontamiento más sanas para gestionar sus emociones sin recurrir a la comida.
Comprender y abordar los factores psicosomáticos, como la depresión alimentaria, puede ser crucial para ayudar a las mujeres con sobrepeso a perder peso. Al reconocer y trabajar estos problemas emocionales subyacentes, las personas pueden desarrollar relaciones más sanas con la comida y lograr resultados de pérdida de peso más sostenibles.
3. Baja autoestima
La baja autoestima es un factor psicológico común que puede contribuir al aumento de peso y a la dificultad para perder peso entre las mujeres. Muchas mujeres con sobrepeso experimentan sentimientos de baja autoestima, inseguridad y falta de confianza en sí mismas, lo que puede afectar negativamente a su motivación y a su capacidad para tomar decisiones saludables.
Cuando las mujeres tienen una baja autoestima, pueden tener una imagen corporal negativa y sentirse avergonzadas o incómodas por su aspecto. Esto puede conducir a un ciclo de alimentación emocional, en el que la comida se utiliza como una forma de hacer frente a estos sentimientos negativos.
Además, las mujeres con baja autoestima pueden tener dificultades para establecer límites y defender sus propias necesidades. Pueden dar prioridad a las necesidades de los demás sobre las suyas propias, lo que puede llevarlas a descuidar su autocuidado y a tomar decisiones alimentarias poco saludables.
Abordar la baja autoestima es crucial para las mujeres que luchan por perder peso. Fomentar la autoestima y una imagen corporal positiva puede ayudar a las mujeres a sentirse más motivadas para tomar decisiones saludables y cuidar de su cuerpo.
La terapia, los grupos de apoyo y los libros de autoayuda pueden ser recursos valiosos para las mujeres que desean mejorar su autoestima. Es importante que las mujeres reconozcan su propio valor y valía, independientemente de su peso o apariencia.
4. Problemas en la relación con su pareja
Estar en una relación problemática o inestable con tu pareja puede tener un impacto significativo en tu capacidad para perder peso. El estrés emocional, las discusiones constantes o los sentimientos de insatisfacción en su relación pueden crear un ambiente negativo que dificulte centrarse en su salud y bienestar.
Cuando hay problemas en la relación de pareja, esto puede llevar a comer emocionalmente o a buscar consuelo en la comida. Muchas mujeres con sobrepeso encuentran consuelo en la comida cuando se sienten tristes, solas o estresadas. Esta dependencia emocional de la comida puede obstaculizar los esfuerzos por perder peso y dificultar el desarrollo de hábitos alimentarios saludables.
Además, los problemas de pareja pueden afectar a la motivación y la autoestima. Las críticas constantes o el sentirse poco apreciado por su pareja pueden reducir su autoestima y hacerle cuestionar su valía. Como resultado, puede faltarte la confianza y el empuje para hacer cambios positivos en tu estilo de vida.
Además, una relación tóxica puede restarle energía y concentración. Cuando estás constantemente lidiando con conflictos o emociones negativas, puede ser difícil encontrar la motivación y la claridad mental necesarias para dar prioridad a tus objetivos de salud y pérdida de peso.
Para abordar este problema, es fundamental comunicarse abiertamente con su pareja acerca de sus preocupaciones y tratar de resolver cualquier problema subyacente. Buscar terapia de pareja o ayuda profesional también puede proporcionar una valiosa orientación y apoyo para mejorar su relación. Tomar medidas para crear un entorno más sano y positivo puede contribuir a su bienestar general y facilitarle el éxito en su viaje de pérdida de peso.
5. Culpa
La culpa es una emoción poderosa que a menudo desempeña un papel importante en las luchas de las mujeres con sobrepeso. Muchas mujeres que no consiguen perder peso experimentan intensos sentimientos de culpa y vergüenza.
Estas emociones tienen su origen en las expectativas y presiones sociales que dictan cómo debe ser el cuerpo de una mujer. Las mujeres con sobrepeso suelen ser juzgadas y criticadas, lo que puede generar un sentimiento de culpa por no estar a la altura de estas expectativas.
Además, las mujeres pueden sentirse culpables por consumir alimentos «malos» o por no hacer suficiente ejercicio. Se culpan a sí mismas por su incapacidad para seguir una dieta estricta o un régimen de ejercicio, lo que no hace sino intensificar su sentimiento de culpa.
Además, la culpa puede surgir de problemas emocionales subyacentes que contribuyen a comer en exceso o a tener hábitos alimentarios poco saludables. Muchas mujeres utilizan la comida como mecanismo de defensa contra el estrés, la ansiedad o la depresión, lo que conduce a un círculo vicioso de culpabilidad y alimentación emocional.
Es esencial reconocer y abordar estos sentimientos de culpa para liberarse del ciclo de intentos infructuosos de perder peso. Las mujeres deben centrarse en la autocompasión y la autoaceptación, comprendiendo que su valor no viene definido por su peso.
Al buscar ayuda profesional, como terapia o grupos de apoyo, las mujeres con sobrepeso pueden superar sus sentimientos de culpa y desarrollar mecanismos de afrontamiento más sanos. Esto, a su vez, puede conducir a viajes de pérdida de peso más exitosos y sostenibles.
6. Falta de emociones positivas
Es bien sabido que las emociones pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar general. Cuando se trata de perder peso, experimentar emociones positivas es crucial para el éxito. Por desgracia, muchas mujeres con sobrepeso luchan contra la falta de emociones positivas, lo que puede impedir su progreso en la pérdida de peso.
Una de las principales razones de esta falta de emociones positivas es la imagen corporal negativa que suelen tener las mujeres con sobrepeso. La sociedad ejerce una enorme presión sobre las mujeres para que encajen en un determinado estándar de belleza, lo que puede provocar sentimientos de vergüenza y dudas sobre sí mismas. Estas emociones negativas pueden dificultar que las mujeres desarrollen una relación sana con su cuerpo y pueden sabotear sus esfuerzos por perder peso.
Además de una imagen corporal negativa, las mujeres con sobrepeso también pueden tener problemas de autoestima y confianza en sí mismas. Esto puede ser el resultado de años de estigma social y de luchas personales con el peso. Sentirse indigna o no merecedora del éxito puede conducir a una falta de motivación y perseverancia en el proceso de pérdida de peso.
Además, no puede ignorarse la compleja interacción entre las emociones y los hábitos alimentarios. Muchas personas recurren a la comida como fuente de consuelo o para hacer frente a las emociones negativas. Esta alimentación emocional puede crear un círculo vicioso en el que las emociones negativas llevan a comer en exceso, lo que a su vez provoca más emociones negativas.
Para superar esta falta de emociones positivas, es fundamental que las mujeres con sobrepeso den prioridad al autocuidado y al amor propio. Construir una imagen corporal positiva y practicar la autocompasión son pasos esenciales en el camino hacia la pérdida de peso. Buscar el apoyo de los seres queridos, unirse a grupos de apoyo o trabajar con un terapeuta también puede proporcionar el apoyo emocional necesario.
Además, es fundamental encontrar formas saludables de afrontar las emociones negativas. Participar en actividades que aporten alegría y satisfacción, como las aficiones, el ejercicio o pasar tiempo con los seres queridos, puede ayudar a mejorar el bienestar emocional general y apoyar los esfuerzos por perder peso.
En conclusión, la falta de emociones positivas puede ser un obstáculo importante para las mujeres con sobrepeso en su camino hacia la pérdida de peso. Construir una imagen corporal positiva, abordar la baja autoestima y encontrar formas saludables de hacer frente a las emociones negativas son pasos cruciales hacia el éxito de la pérdida de peso.
7. Conformidad con los estereotipos
Las mujeres con sobrepeso pueden verse sometidas a una importante presión social para ajustarse a determinados estereotipos e ideales de belleza. Esta presión puede tener un profundo impacto en su autoestima, imagen corporal y percepción de la pérdida de peso.
La sociedad suele promover la idea de que la delgadez equivale a belleza, éxito y felicidad. Como resultado, las mujeres con sobrepeso pueden interiorizar creencias negativas sobre su aspecto y sentir la necesidad de ajustarse a las expectativas sociales.
Esta presión para ajustarse a los estereotipos puede crear un círculo vicioso para las mujeres con sobrepeso. Pueden sentirse avergonzadas o incómodas por su peso, lo que provoca malestar emocional y baja autoestima. Estos sentimientos negativos pueden contribuir a unos hábitos alimentarios poco saludables o a una falta de motivación para realizar actividad física.
Además, el bombardeo constante de estándares de belleza poco realistas en los medios de comunicación puede hacer que las mujeres con sobrepeso se sientan indignas o poco atractivas. Esto puede perpetuar aún más una imagen corporal negativa y contribuir a una falta de confianza en su capacidad para perder peso.
Es esencial cuestionar los estereotipos sociales y promover la positividad corporal entre las mujeres con sobrepeso. Reconocer que la belleza viene en todas las formas y tamaños puede ayudar a las mujeres con sobrepeso a sentirse más seguras y empoderadas. Al centrarse en la salud y la autoaceptación en lugar de ajustarse a las expectativas sociales, las mujeres con sobrepeso pueden encontrar la motivación y el apoyo que necesitan para alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
Qué dice la distribución de la grasa corporal
La distribución de la grasa corporal puede proporcionar información valiosa sobre la salud general de una persona y los riesgos asociados al exceso de peso. Aunque es normal que tanto hombres como mujeres tengan algo de grasa en el cuerpo, la localización y la cantidad de esta grasa pueden tener implicaciones significativas.
Un método habitual para determinar la distribución de la grasa corporal es medir el perímetro de la cintura. El aumento de la acumulación de grasa alrededor de la cintura, también conocido como obesidad abdominal o central, es especialmente preocupante, ya que se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
Otro aspecto que suele tenerse en cuenta es la forma del cuerpo. En general, hay dos formas principales de cuerpo: manzana y pera. Los individuos con forma de manzana tienden a tener un exceso de peso alrededor de la sección media, especialmente en la zona abdominal, mientras que los individuos con forma de pera tienen una mayor acumulación de grasa en las caderas, los muslos y las nalgas. Los individuos con forma de manzana corren un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que los individuos con forma de pera.
Además, la distribución de la grasa corporal también puede verse influida por desequilibrios hormonales. Las mujeres con una mayor cantidad de grasa abdominal pueden tener niveles más altos de cortisol, una hormona del estrés que se asocia con el aumento del apetito y el almacenamiento de grasa. Hormonas como el estrógeno también pueden afectar a la distribución de la grasa y contribuir al aumento excesivo de peso, especialmente en zonas concretas.
Conocer la distribución de la grasa corporal es crucial porque permite a los profesionales sanitarios evaluar los posibles riesgos para la salud asociados al exceso de peso. Al identificar las áreas que preocupan, las personas pueden trabajar para cambiar su estilo de vida o buscar intervenciones médicas específicas para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar el bienestar general.
En general, la distribución de la grasa corporal puede proporcionar información sobre los riesgos para la salud de una persona y los posibles factores subyacentes que contribuyen al aumento de peso. Al abordar tanto la cantidad global como la localización de la grasa corporal, las personas pueden tomar medidas específicas para llevar una vida más sana y satisfactoria.
Cómo solucionar los problemas psicosomáticos y perder peso
1. Reconocer los desencadenantes emocionales:
Empiece por identificar y reconocer los desencadenantes emocionales que conducen a comer en exceso o a comportamientos poco saludables. Pueden ser el estrés, el aburrimiento, la soledad o incluso una imagen negativa de uno mismo. Comprenda que estos desencadenantes pueden tener su origen en experiencias pasadas o en patrones psicológicos.
2. 2. Busque ayuda profesional:
Considere la posibilidad de consultar a un terapeuta o psicólogo especializado en cuestiones psicosomáticas y control del peso. Pueden ayudarte a explorar los factores emocionales y psicológicos subyacentes que contribuyen a tu aumento de peso y guiarte hacia estrategias eficaces para abordarlos.
3. Desarrolle mecanismos de afrontamiento saludables:
Aprenda y practique mecanismos de afrontamiento saludables para lidiar con la angustia emocional. Esto podría incluir la realización de actividad física regular, la práctica de la atención plena o la meditación, llevar un diario o buscar el apoyo de los seres queridos.
4. Abordar los traumas del pasado:
Si los traumas del pasado o los problemas emocionales no resueltos contribuyen a sus problemas psicosomáticos, considere la posibilidad de acudir a terapia o asesoramiento centrado específicamente en la curación de traumas. Procesar y resolver estas experiencias pasadas puede tener un impacto significativo en su bienestar emocional y en el control de su peso.
5. Adopte una dieta equilibrada y nutritiva:
Seguir una dieta equilibrada y nutritiva es esencial para controlar el peso. Céntrese en consumir alimentos integrales, frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Evite las dietas de choque o los patrones de alimentación restrictivos, ya que pueden conducir a una pérdida de peso insostenible y desencadenar la alimentación emocional.
6. Practique la alimentación consciente:
Practica la alimentación consciente prestando atención a los alimentos que eliges, comiendo despacio y saboreando cada bocado. Esto le permite estar más en sintonía con las señales de hambre y saciedad de su cuerpo, ayudándole a elegir alimentos más saludables y evitar comer en exceso.
7. Cree un entorno propicio:
Rodéese de una red de apoyo formada por amigos, familiares o un grupo de apoyo que comprendan y alienten su viaje hacia la pérdida de peso. Un entorno positivo y comprensivo puede proporcionar el apoyo emocional necesario para superar las barreras psicosomáticas.
8. Practique la autocompasión:
Sea amable y compasivo consigo mismo a lo largo de su viaje de pérdida de peso. Es importante reconocer que el cambio lleva su tiempo y que los contratiempos son normales. Practique el autocuidado, participe en actividades que le gusten y celebre las pequeñas victorias a lo largo del camino.
Recuerde que perder peso y abordar los problemas psicosomáticos es un proceso holístico que implica el bienestar emocional, psicológico y físico. Si aborda los desencadenantes emocionales subyacentes, busca ayuda profesional y adopta hábitos de vida saludables, podrá superar las barreras psicosomáticas y alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Por qué es tan difícil adelgazar para las mujeres con sobrepeso?
A las mujeres con sobrepeso les puede resultar difícil perder peso por varias razones. Una de las principales razones es que su metabolismo puede ser más lento que la media, lo que dificulta la quema de calorías. Además, las emociones y los factores psicológicos pueden influir en la pérdida de peso. El estrés, la alimentación emocional y una imagen corporal negativa pueden contribuir a dificultar la pérdida de peso.
¿Cómo afecta el estrés a la pérdida de peso en las mujeres con sobrepeso?
El estrés puede influir considerablemente en la pérdida de peso de las mujeres con sobrepeso. Cuando una persona está estresada, su cuerpo libera cortisol, una hormona que puede provocar un aumento del apetito y antojos de alimentos poco saludables. El propio estrés también puede dificultar el cumplimiento de un plan de alimentación sana y ejercicio físico. Controlar el estrés mediante técnicas de relajación, ejercicio y apoyo social es importante para perder peso.
¿Puede la imagen corporal negativa obstaculizar los esfuerzos de pérdida de peso en las mujeres con sobrepeso?
Sí, una imagen corporal negativa puede obstaculizar definitivamente los esfuerzos de pérdida de peso en las mujeres con sobrepeso. Cuando alguien tiene una percepción negativa de su cuerpo, puede provocar sentimientos de vergüenza, culpa y baja autoestima. Estas emociones negativas pueden dificultar el cumplimiento de un plan de alimentación saludable y mantener la motivación para hacer ejercicio. Construir una imagen corporal positiva y centrarse en la autoaceptación y el autocuidado puede ayudar a superar estas barreras para perder peso.
¿Qué estrategias pueden utilizar las mujeres con sobrepeso para superar las barreras psicosomáticas que les impiden perder peso?
Existen varias estrategias que las mujeres con sobrepeso pueden utilizar para superar los obstáculos psicosomáticos a la pérdida de peso. En primer lugar, es importante abordar cualquier problema emocional o psicológico subyacente que pueda estar contribuyendo al aumento de peso o dificultando la pérdida de peso. En este sentido, puede ser útil acudir a terapia. Además, practicar técnicas de control del estrés, como la respiración profunda, la meditación y el ejercicio, puede ayudar a reducir la alimentación emocional y favorecer la pérdida de peso. Rodearse de una red social de apoyo también puede marcar una gran diferencia a la hora de superar las barreras psicosomáticas que impiden perder peso.