Frecuentes ganas de orinar en las mujeres – 7 posibles causas y tratamiento del síntoma

Ganas frecuentes de orinar en la mujer: 7 posibles causas y tratamiento del síntoma

Experimentar ganas frecuentes de orinar puede resultar molesto y alterar la vida diaria, especialmente en el caso de las mujeres. Esta afección, conocida como polaquiuria, puede deberse a varias causas subyacentes. Comprender las posibles causas y buscar el tratamiento adecuado es crucial para encontrar alivio y mejorar la calidad de vida.

1. Infección del tracto urinario (ITU): Las ITU son una causa común de la frecuencia urinaria en las mujeres. Las bacterias pueden penetrar en el tracto urinario y causar una infección, provocando síntomas como micción frecuente, dolor o ardor al orinar y orina turbia o sanguinolenta. El tratamiento suele consistir en antibióticos.

2. 2. Vejiga hiperactiva (VH): La vejiga hiperactiva se caracteriza por una necesidad frecuente y urgente de orinar, incluso cuando la vejiga no está llena. Puede deberse a espasmos musculares de la vejiga o a problemas nerviosos. Las opciones de tratamiento incluyen el entrenamiento de la vejiga, medicamentos y cambios en el estilo de vida.

3. Cistitis intersticial (CI): La CI es una enfermedad crónica que provoca dolor en la vejiga y necesidad frecuente de orinar. Se desconoce la causa exacta de la CI, pero se cree que está relacionada con la inflamación del revestimiento de la vejiga. El tratamiento puede incluir medicamentos, instilaciones vesicales y modificaciones del estilo de vida.

4. Embarazo: Durante el embarazo, los cambios en los niveles hormonales y el aumento de la presión sobre la vejiga pueden provocar un aumento de la frecuencia urinaria. Esto se considera normal y suele remitir tras el parto.

5. 5. Diabetes: La diabetes no controlada puede causar micción frecuente debido al exceso de glucosa en la sangre. Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden provocar un aumento de la producción de orina. El control adecuado de la diabetes es esencial para controlar este síntoma.

6. Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los diuréticos y los medicamentos para la hipertensión, pueden aumentar la producción de orina y provocar micción frecuente. Si los efectos secundarios de la medicación son la causa de la frecuencia urinaria, hable con un profesional sanitario sobre opciones alternativas.

7. Ansiedad y estrés: Los factores emocionales, como la ansiedad y el estrés, pueden afectar al funcionamiento de la vejiga y provocar micción frecuente. Controlar el estrés mediante técnicas de relajación, terapia y cambios en el estilo de vida puede ayudar a aliviar este síntoma.

Si orina con frecuencia, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Ellos pueden ayudar a determinar la causa subyacente y elaborar un plan de tratamiento personalizado para abordar sus síntomas con eficacia.

Las 7 causas más probables de las ganas frecuentes de orinar

1. Infección del tracto urinario (ITU): Una de las causas más comunes de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres es una infección del tracto urinario. Las ITU pueden causar irritación e inflamación en el tracto urinario, lo que conduce a una mayor frecuencia de la micción.

2. Vejiga hiperactiva: La vejiga hiperactiva es una afección caracterizada por unas ganas repentinas y fuertes de orinar. Puede provocar ganas frecuentes de orinar, así como pérdidas incontrolables de orina.

3. Embarazo: Durante el embarazo, los cambios hormonales y la presión sobre la vejiga pueden provocar ganas frecuentes de orinar. Esto es particularmente común en el primer y último trimestre.

4. Cistitis intersticial: La cistitis intersticial es una afección crónica de la vejiga que provoca micciones frecuentes y urgentes, así como dolor en la vejiga y en la zona pélvica.

5. Diabetes: Las personas con diabetes no controlada pueden orinar con frecuencia, ya que el cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa a través de la orina.

6. Cálculos en la vejiga: Los cálculos vesicales son depósitos minerales duros que se forman en la vejiga. Pueden irritar la pared de la vejiga y provocar ganas frecuentes de orinar.

7. 7. Incontinencia urinaria: La incontinencia urinaria es una afección que afecta a los músculos y nervios responsables de controlar la micción. Puede provocar ganas frecuentes de orinar y también pérdidas involuntarias de orina.

Si tiene ganas frecuentes de orinar, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

1. Beber mucho líquido

1. Beber mucho líquido

Una posible causa de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres es beber mucho líquido. Cuando una persona consume una cantidad excesiva de líquidos, puede aumentar la producción de orina. Esto puede hacer que la vejiga se llene más rápidamente, lo que lleva a ir al baño con más frecuencia.

Aunque mantenerse hidratado es importante para la salud en general, es aconsejable mantener un equilibrio y no excederse. Llevar un registro de la ingesta de líquidos y asegurarse de que se encuentra dentro de unos límites saludables puede ayudar a aliviar los síntomas de la micción frecuente causada por un consumo excesivo de líquidos.

Si las ganas de orinar persisten a pesar de ajustar la ingesta de líquidos, se recomienda consultar a un profesional sanitario para descartar otras posibles causas y elaborar un plan de tratamiento adecuado.

2. Situaciones estresantes, tensión nerviosa

Las situaciones estresantes y la tensión nerviosa también pueden contribuir a que las mujeres tengan ganas frecuentes de orinar. Cuando el cuerpo está sometido a estrés, produce hormonas que pueden irritar la vejiga, provocando una necesidad de orinar más frecuente. Además, el estrés y la ansiedad pueden provocar tensión muscular en la zona pélvica, lo que puede aumentar aún más las ganas de orinar.

Para ayudar a controlar este síntoma, es importante abordar y reducir los niveles de estrés. Las técnicas de relajación, como los ejercicios de respiración profunda, la meditación y el yoga, pueden ser beneficiosas para reducir el estrés y promover la relajación. Hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente también son importantes para controlar el estrés y el bienestar general.

En algunos casos, puede ser necesario recurrir a terapia o asesoramiento para tratar problemas de salud mental subyacentes que puedan estar contribuyendo a las ganas frecuentes de orinar. El médico también puede recomendar medicamentos o ciertos cambios en el estilo de vida para ayudar a controlar el estrés y reducir la frecuencia de la micción.

3. Dieta inadecuada

Los malos hábitos dietéticos pueden contribuir a que las mujeres tengan ganas frecuentes de orinar. Las dietas ricas en cafeína, alcohol y edulcorantes artificiales pueden actuar como diuréticos, aumentando la producción de orina y haciendo que la vejiga se llene más rápidamente. Además, el consumo de alimentos picantes o ácidos puede irritar la vejiga y provocar micciones más frecuentes.

Para abordar este problema, es importante evaluar y modificar su dieta. Limite el consumo de cafeína y alcohol, así como de alimentos o bebidas que contengan edulcorantes artificiales. En su lugar, opte por el agua o las infusiones como líquidos principales. Incorpore a su dieta más alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, ya que esto puede ayudar a regular los movimientos intestinales y prevenir el estreñimiento, que puede ejercer presión sobre la vejiga. Evite los alimentos picantes y ácidos, o consúmalos con moderación.

Consultar con un dietista registrado también puede ser útil en la creación de un plan de dieta bien equilibrada que se ocupa de sus necesidades específicas y apoya la salud urinaria.

4. Tomar medicamentos

Algunos medicamentos pueden aumentar la frecuencia de la micción en las mujeres. Los diuréticos, que suelen recetarse para eliminar el exceso de líquido del organismo, pueden provocar un aumento de la micción como efecto secundario. Esto se debe a que los diuréticos aumentan la producción de orina.

Además, algunos medicamentos utilizados para tratar enfermedades también pueden provocar micción frecuente. Por ejemplo, los medicamentos utilizados para tratar las infecciones del tracto urinario (ITU) o las infecciones de vejiga pueden aumentar las ganas de orinar.

Si experimenta un aumento de las ganas de orinar y está tomando medicamentos, es importante que hable con su médico. Éste puede evaluar sus síntomas y determinar si es necesario cambiar la medicación o la dosis.

Su médico puede trabajar con usted para encontrar los medicamentos y las dosis adecuadas que minimicen los efectos secundarios del aumento de la micción. Es importante seguir tomando los medicamentos prescritos, pero cualquier preocupación o efecto secundario potencial debe ser discutido con su proveedor de atención médica.

5. Menstruación

La menstruación también puede causar micción frecuente en las mujeres. Durante el ciclo menstrual se producen cambios hormonales que pueden afectar al sistema urinario. El aumento de los niveles de progesterona y estrógenos puede hacer que la vejiga se vuelva más sensible e irritable.

Además, el útero puede presionar la vejiga, provocando sensación de plenitud y necesidad de orinar con más frecuencia. Algunas mujeres también pueden experimentar un aumento de la frecuencia urinaria durante el periodo premenstrual o menstrual debido a la hinchazón y la retención de líquidos.

Para controlar la micción frecuente durante la menstruación, es importante mantenerse bien hidratada y vaciar la vejiga con regularidad. Evitar la cafeína y las bebidas carbonatadas puede ayudar a reducir la irritación de la vejiga. Los analgésicos de venta sin receta y las compresas calientes también pueden aliviar los dolores y molestias menstruales.

Si las ganas frecuentes de orinar durante la menstruación se agravan o van acompañadas de otros síntomas como dolor o sangrado anormal, se recomienda consultar a un profesional sanitario para una evaluación y tratamiento adicionales.

6. Climax

6. Climaterio

El clímax, o excitación sexual, también puede provocar micción frecuente en las mujeres. Cuando una mujer se excita sexualmente, aumenta el flujo sanguíneo a la zona pélvica, lo que puede estimular la vejiga y provocar la necesidad de orinar con más frecuencia.

Además, la actividad sexual puede ejercer presión sobre la vejiga, aumentando aún más las ganas de orinar. Esto es especialmente frecuente durante las experiencias sexuales intensas o el orgasmo.

Para controlar la micción frecuente relacionada con el clímax, puede ser útil vaciar la vejiga antes de iniciar la actividad sexual. La comunicación con la pareja sobre la necesidad de pausas o interrupciones durante la actividad sexual también puede ayudar a aliviar la incomodidad o la ansiedad por la micción frecuente.

Si la micción frecuente durante el clímax se convierte en un problema persistente o va acompañada de otros síntomas como dolor o molestias, se recomienda consultar con un profesional sanitario para descartar cualquier afección subyacente.

7. Embarazo

El embarazo también puede provocar ganas frecuentes de orinar en las mujeres. A medida que el útero crece para dar cabida al feto en desarrollo, ejerce presión sobre la vejiga. Esta presión puede comprimir la vejiga y provocar una necesidad frecuente de orinar.

Además de la presión física sobre la vejiga, los cambios hormonales durante el embarazo también pueden contribuir a aumentar la frecuencia urinaria. La hormona progesterona relaja los músculos de las vías urinarias, lo que puede reducir el control de la vejiga y aumentar la necesidad de orinar.

Es importante que las mujeres embarazadas se mantengan hidratadas, pero puede que necesiten planificar su ingesta de líquidos para minimizar la necesidad de orinar con frecuencia. Evitar la cafeína y limitar la ingesta de líquidos antes de acostarse puede ayudar a reducir los despertares nocturnos para orinar. Se recomienda consultar los síntomas con un profesional sanitario para descartar cualquier otra causa subyacente y garantizar un embarazo saludable.

Causas patológicas de la enfermedad

Hay varias causas patológicas que pueden provocar ganas frecuentes de orinar en las mujeres. Entre ellas se incluyen:

  • Infecciones del tracto urinario (ITU): Las ITU son una causa frecuente de aumento de la frecuencia urinaria. La infección puede irritar la vejiga y provocar ganas frecuentes de orinar.
  • Cistitis intersticial: También conocida como síndrome de vejiga dolorosa, la cistitis intersticial es una afección crónica que provoca dolor en la vejiga y micción frecuente.
  • Vejiga hiperactiva (VH): La vejiga hiperactiva se caracteriza por una necesidad frecuente y urgente de orinar. Suele ir acompañada de contracciones involuntarias de la vejiga.
  • Cálculos en la vejiga: Los cálculos en la vejiga pueden causar irritabilidad e inflamación en la vejiga, lo que provoca un aumento de la frecuencia urinaria.
  • Tumores en la vejiga o en las vías urinarias: Los tumores en la vejiga o en las vías urinarias pueden obstruir el flujo normal de orina y provocar micción frecuente.
  • Trastornos neurológicos: Ciertas afecciones neurológicas, como la esclerosis múltiple o el ictus, pueden alterar el funcionamiento normal de la vejiga y provocar un aumento de la frecuencia urinaria.
  • Diabetes: Los altos niveles de azúcar en sangre de la diabetes pueden aumentar la producción de orina y provocar micciones frecuentes.

Si tiene ganas frecuentes de orinar, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Ellos pueden identificar la causa subyacente y desarrollar un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades individuales.

Cistitis

La cistitis es una causa frecuente de micción frecuente en las mujeres. Se produce cuando la vejiga se inflama e irrita. La causa más frecuente de cistitis es una infección bacteriana, que puede penetrar en la vejiga a través de la uretra. Otras causas posibles son la irritación provocada por determinadas sustancias (como productos químicos o perfumes), cambios hormonales o daños en el revestimiento de la vejiga.

Los principales síntomas de la cistitis son ganas frecuentes de orinar, sensación de quemazón al orinar, orina turbia o sanguinolenta y dolor abdominal bajo. En algunos casos, las mujeres también pueden tener fiebre o escalofríos.

El tratamiento de la cistitis suele incluir antibióticos para eliminar la infección. También es importante beber mucho líquido para eliminar las bacterias y evitar los irritantes de la vejiga, como la cafeína y el alcohol. Los analgésicos de venta sin receta pueden ayudar a aliviar las molestias. En los casos graves, el médico puede recetar medicamentos más potentes o recomendar más pruebas diagnósticas para identificar la causa subyacente.

La prevención de la cistitis pasa por una buena higiene, como limpiarse de delante hacia atrás después de ir al baño y orinar antes y después de mantener relaciones sexuales. También es importante mantenerse hidratado y evitar sustancias irritantes. Si la cistitis se repite con frecuencia, el médico puede recomendar medidas preventivas adicionales, como tomar un antibiótico en dosis bajas o utilizar una crema tópica de estrógenos para mejorar la salud del revestimiento de la vejiga.

En general, la cistitis es una afección común que puede causar micción frecuente en las mujeres. Si se conocen las causas y se siguen los métodos de tratamiento y prevención adecuados, las mujeres pueden controlar los síntomas y mantener un sistema urinario sano.

Uretritis

La uretritis es una afección caracterizada por la inflamación de la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

La causa más común de uretritis en las mujeres es una infección bacteriana, normalmente por bacterias que entran en la uretra durante la actividad sexual. Otras causas posibles son la irritación producida por productos químicos o jabones, las infecciones de transmisión sexual (como la clamidia o la gonorrea) y determinados procedimientos médicos.

Los síntomas de la uretritis pueden incluir micción frecuente, dolor o sensación de quemazón al orinar y necesidad urgente de orinar. En algunos casos, también puede haber secreción de la uretra o sangre en la orina.

El tratamiento de la uretritis depende de la causa subyacente. Si hay una infección bacteriana, pueden recetarse antibióticos para eliminarla. Es importante completar el tratamiento antibiótico prescrito, incluso si los síntomas mejoran antes de terminar la medicación. Otros tratamientos pueden consistir en evitar irritantes, como jabones fuertes o espermicidas, y utilizar un lubricante durante la actividad sexual.

En algunos casos, la uretritis puede resolverse por sí sola sin tratamiento. Sin embargo, es importante consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado, ya que la uretritis no tratada puede dar lugar a complicaciones, como infecciones urinarias o enfermedad inflamatoria pélvica.

La uretritis se puede prevenir practicando sexo seguro, utilizando preservativos y manteniendo una buena higiene. También es importante beber mucho líquido y orinar antes y después de la actividad sexual para ayudar a eliminar las bacterias.

Si experimenta síntomas de uretritis, se recomienda buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Pielonefritis

La pielonefritis es un tipo de infección urinaria que afecta a los riñones. La causa más frecuente es la entrada de bacterias en la vejiga que se extienden a los riñones. Esta afección puede provocar micción frecuente y urgente, así como otros síntomas como fiebre, dolor de espalda y orina turbia.

El tratamiento de la pielonefritis suele consistir en la administración de antibióticos para eliminar las bacterias causantes de la infección. Es importante completar el ciclo completo de antibióticos para garantizar la erradicación total de la infección. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización para administrar antibióticos intravenosos y otras medidas de apoyo.

La prevención de la pielonefritis puede lograrse practicando una buena higiene, como limpiarse de delante hacia atrás después de ir al baño y orinar antes y después de la actividad sexual. También es importante beber mucha agua y vaciar la vejiga con regularidad.

Si no se trata, la pielonefritis puede provocar complicaciones más graves, como daños renales o sepsis. Por lo tanto, es importante buscar atención médica si experimenta síntomas de micción frecuente junto con fiebre, dolor de espalda u otros signos de infección renal.

Métodos de tratamiento

Métodos de tratamiento

Cuando se experimentan ganas frecuentes de orinar, es importante que las mujeres consulten a un profesional sanitario para determinar la causa subyacente. Dependiendo de la causa, pueden recomendarse los siguientes métodos de tratamiento:

  1. Cambios en el estilo de vida: Hacer ciertos cambios en el estilo de vida, como reducir el consumo de cafeína y alcohol, evitar los irritantes de la vejiga y practicar ejercicios de entrenamiento de la vejiga, puede ayudar a controlar los síntomas de la micción frecuente.
  2. Medicamentos: En algunos casos, el profesional sanitario puede recetar medicamentos para aliviar las ganas frecuentes de orinar. Puede tratarse de fármacos anticolinérgicos, que ayudan a relajar los músculos de la vejiga, o de antibióticos, si la causa del síntoma es una infección urinaria.
  3. Ejercicios del suelo pélvico: El fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico mediante ejercicios, como los ejercicios de Kegel, puede ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir la frecuencia de la micción.
  4. Reentrenamiento de la vejiga: Esta técnica consiste en aumentar gradualmente el tiempo entre las visitas al baño para entrenar a la vejiga a retener más orina. Puede ser un método eficaz para controlar la micción frecuente.
  5. Control de los líquidos: Un profesional sanitario puede orientar sobre cómo regular la ingesta de líquidos a lo largo del día para reducir la frecuencia de la micción.
  6. Tratamiento de enfermedades subyacentes: Si las ganas frecuentes de orinar se deben a una enfermedad subyacente, como una infección urinaria o una disfunción de la vejiga, el tratamiento de la causa puede ayudar a aliviar los síntomas.
  7. Intervención quirúrgica: En determinados casos, cuando otros métodos de tratamiento han resultado ineficaces, puede considerarse la intervención quirúrgica. Esta opción suele reservarse para los casos más graves o cuando existe un problema anatómico que contribuye a la micción frecuente.

Es esencial recordar que las personas no deben intentar ninguna forma de autodiagnóstico o autotratamiento sin consultar a un profesional sanitario. Cada caso es único, y el enfoque terapéutico adecuado variará en función de la causa subyacente de las ganas frecuentes de orinar.

Remedios caseros

Aunque siempre se recomienda consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados, algunas mujeres pueden recurrir a remedios caseros para aliviar las ganas frecuentes de orinar. Es importante tener en cuenta que estos remedios no están probados científicamente y deben utilizarse con precaución:

  • Beber zumo de arándanos: Algunos creen que el zumo de arándanos puede ayudar a prevenir y tratar las infecciones del tracto urinario, que podrían ser una posible causa de las ganas frecuentes de orinar. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar su eficacia.
  • Tomar probióticos: Se dice que los probióticos favorecen la salud de las vías urinarias y previenen las infecciones. Pueden consumirse a través de alimentos fermentados como el yogur o en forma de suplementos.
  • Beber té de manzanilla: La manzanilla es conocida por sus propiedades calmantes y puede ayudar a relajar la vejiga, reduciendo las ganas de orinar.
  • Prueba con suplementos de hierbas: Se cree que algunos suplementos herbales como la cola de caballo, el buchu y la seda de maíz tienen propiedades diuréticas, reduciendo potencialmente la frecuencia urinaria.
  • Bolsa de agua caliente: Aplicar una compresa caliente o una bolsa de agua caliente en la parte inferior del abdomen puede ayudar a aliviar la vejiga y proporcionar un alivio temporal de las ganas frecuentes de orinar.

Es importante recordar que, aunque estos remedios caseros pueden ofrecer un alivio temporal, no sustituyen al consejo médico. Siempre es mejor consultar a un profesional sanitario para determinar la causa subyacente de la micción frecuente y recibir el tratamiento adecuado.

Medidas preventivas

Para ayudar a prevenir las ganas frecuentes de orinar, puede tomar las siguientes medidas:

1. Manténgase hidratado: Beba mucha agua a lo largo del día para garantizar una hidratación adecuada. Esto ayuda a promover la micción regular y previene las infecciones del tracto urinario.

2. 2. Evite los irritantes de la vejiga: Limite o evite las sustancias que pueden irritar la vejiga, como la cafeína, el alcohol, las bebidas carbonatadas y los alimentos picantes.

3. Practique una buena higiene en el retrete: Límpiate siempre de delante hacia atrás después de ir al baño para evitar la propagación de bacterias. Además, asegúrate de vaciar completamente la vejiga al orinar.

4. Mantén un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión sobre la vejiga y los músculos del suelo pélvico, provocando un aumento de la urgencia y la frecuencia de la micción. Mantén un peso saludable mediante ejercicio regular y una dieta equilibrada.

5. Fortalezca los músculos del suelo pélvico: Los ejercicios del suelo pélvico, como los Kegel, pueden ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir las ganas de orinar con frecuencia. Consulte a un profesional médico para que le oriente sobre cómo realizar correctamente estos ejercicios.

6. Practicar técnicas de control del estrés: El estrés y la ansiedad pueden contribuir a la urgencia urinaria. Busca formas saludables de controlar el estrés, como practicar técnicas de relajación, realizar actividad física con regularidad y buscar el apoyo de tus seres queridos.

7. Evite retener la orina: Cuando sienta ganas de orinar, intente vaciar la vejiga lo antes posible. Retener la orina durante periodos prolongados puede irritar la vejiga y debilitar los músculos responsables de su control.

Recuerde que si experimenta ganas frecuentes o persistentes de orinar, es importante que consulte a un profesional sanitario para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuáles son las posibles causas de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres?

Entre las posibles causas de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres se incluyen las infecciones del tracto urinario, las infecciones de la vejiga, la cistitis intersticial, los cálculos en la vejiga y determinados medicamentos.

¿Cómo se diagnostica la necesidad frecuente de orinar en las mujeres?

Las ganas frecuentes de orinar en la mujer pueden diagnosticarse mediante un examen físico, un análisis de la muestra de orina y pruebas de imagen como una ecografía o una cistoscopia.

¿Qué tratamientos existen para las ganas frecuentes de orinar en las mujeres?

Los tratamientos para las ganas frecuentes de orinar en las mujeres dependen de la causa subyacente y pueden incluir antibióticos para las infecciones, ejercicios de reentrenamiento de la vejiga, medicamentos para relajar los músculos de la vejiga y cambios en el estilo de vida.

¿Pueden los cambios en el estilo de vida ayudar a aliviar las ganas frecuentes de orinar en las mujeres?

Sí, cambios en el estilo de vida como evitar la cafeína y el alcohol, practicar ejercicios del suelo pélvico y mantener un peso saludable pueden ayudar a aliviar las ganas frecuentes de orinar en las mujeres.

¿Cuándo debo consultar a un médico por las ganas frecuentes de orinar?

Debe consultar a un médico por sus ganas frecuentes de orinar si van acompañadas de dolor o sensación de quemazón, sangre en la orina, o si empeoran o persisten durante más de unos días.

¿Cuáles son las posibles causas de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres?

Las posibles causas de las ganas frecuentes de orinar en las mujeres pueden ser una infección urinaria, vejiga hiperactiva, cistitis intersticial, cálculos en la vejiga, cáncer de vejiga, embarazo o ciertos medicamentos.

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