Correr no sólo es una excelente forma de mejorar la salud cardiovascular y mantenerse en forma, sino que también tiene numerosos beneficios para la vista. Aunque pueda parecer sorprendente, correr con regularidad puede ayudar a mejorar la visión y a mantener los ojos sanos.
Una de las principales razones por las que correr beneficia a la vista es porque aumenta el flujo sanguíneo a los ojos. Al correr, aumenta el ritmo cardíaco y se bombea más oxígeno y nutrientes a todas las partes del cuerpo, incluidos los ojos. Este aumento del flujo sanguíneo ayuda a nutrir las células de los ojos y a mantener su funcionamiento óptimo.
Otra forma en que correr ayuda a mejorar la vista es reduciendo el riesgo de degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La DMAE es una enfermedad ocular frecuente que afecta a la parte central de la retina y puede provocar visión borrosa o incluso ceguera. Se ha demostrado que el ejercicio regular, como correr, reduce el riesgo de desarrollar DMAE y ralentiza su progresión en quienes ya la padecen.
Además, correr también puede mejorar la salud general de los ojos al reducir el riesgo de otras enfermedades oculares, como el glaucoma y las cataratas. Estas enfermedades suelen asociarse a un aumento de la presión intraocular y al estrés oxidativo de los ojos. Correr ayuda a disminuir la presión intraocular y reduce el estrés oxidativo, protegiendo así los ojos de estas enfermedades.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Puede el running mejorar la vista?
Sí, correr puede ayudar a mejorar la vista. El ejercicio regular, incluidas actividades como correr, puede mejorar la salud general de los ojos y reducir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades oculares.
¿Cómo ayuda el running a mejorar la vista?
Correr ayuda a mejorar la vista al aumentar la circulación sanguínea en los ojos. Este aumento del flujo sanguíneo puede proporcionar a los ojos un mayor suministro de oxígeno y nutrientes, que son esenciales para mantener una buena salud ocular.
¿Existen pruebas científicas que respalden la afirmación de que correr puede mejorar la vista?
Sí, existen pruebas científicas que respaldan la afirmación de que correr puede mejorar la vista. Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience descubrió que el ejercicio regular, como correr, puede aumentar el nivel de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) en la corteza visual del cerebro, responsable de la visión. Este aumento del BDNF puede potenciar el funcionamiento del sistema visual y mejorar la vista.
¿Existen ejercicios oculares específicos que puedan realizarse mientras se corre para mejorar aún más la vista?
Aunque correr en sí puede ayudar a mejorar la vista, también hay ejercicios oculares específicos que pueden realizarse simultáneamente para potenciar aún más los beneficios. Estos ejercicios incluyen centrarse en objetos lejanos mientras se corre, parpadear con regularidad para mantener los ojos húmedos y mirar de un lado a otro para ejercitar los músculos extraoculares.
¿Hay otros beneficios de correr para la salud ocular en general?
Sí, correr tiene otras ventajas para la salud ocular en general. Correr puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad, cataratas y glaucoma. También puede mejorar los síntomas de la sequedad ocular y reducir la tensión ocular causada por el exceso de tiempo frente a la pantalla.
¿Cómo ayuda el running a mejorar la vista?
Correr ayuda a mejorar la vista al aumentar el flujo sanguíneo a los ojos y suministrarles más oxígeno y nutrientes. También ayuda a reducir el riesgo de degeneración macular asociada a la edad y de cataratas, y puede mejorar la agudeza visual y la sensibilidad al contraste.
¿Qué ejercicios oculares específicos pueden realizarse mientras se corre?
Mientras corres, puedes hacer algunos ejercicios oculares, como concentrarte en objetos lejanos y luego desplazar la mirada hacia objetos más cercanos. También puedes intentar parpadear rápidamente durante unos segundos para relajar los músculos oculares. Además, puedes intentar seguir con la mirada un objeto lejano, moviendo la cabeza de un lado a otro mientras mantienes la atención en el objeto.