La artritis es una enfermedad común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se trata de una inflamación de las articulaciones que puede causar dolor, rigidez e hinchazón. Hay muchos tipos diferentes de artritis, pero la forma más común es la osteoartritis.
La artrosis , también conocida como enfermedad articular degenerativa, se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Esto puede provocar que el hueso roce con el hueso, lo que causa dolor, hinchazón y disminución de la movilidad.
Si sufre dolor articular, es importante que preste atención a sus síntomas y sepa cuándo puede ser el momento de buscar ayuda médica. Aunque el dolor articular leve puede tratarse a menudo con técnicas de autocuidado y cambios en el estilo de vida, hay ciertos signos que indican una afección más grave y justifican una visita al médico.
Los síntomas habituales de la artritis y la artrosis son dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones afectadas. También puede notar una disminución de la amplitud de movimiento y dificultad para realizar las actividades cotidianas. Estos síntomas pueden variar en intensidad y empeorar con el tiempo.
Si experimenta dolor persistente, hinchazón o cualquier otro síntoma inusual, es importante que consulte a un profesional médico. Ellos pueden proporcionarle un diagnóstico adecuado y recomendarle las opciones de tratamiento apropiadas. Recuerde que la detección e intervención tempranas pueden ayudar a controlar los síntomas y ralentizar la progresión de la artritis y la artrosis.
En qué consiste
La artritis es una enfermedad frecuente que afecta a las articulaciones y provoca dolor, rigidez e inflamación. Puede aparecer en cualquier articulación del cuerpo, pero afecta con más frecuencia a las manos, las muñecas, las rodillas y las caderas. La artrosis es el tipo más común de artritis y se produce cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta con el tiempo.
La artritis puede deberse a diversos factores, como la edad, las lesiones y la genética. También puede estar relacionada con otras enfermedades, como la artritis reumatoide o el lupus.
Los síntomas de la artritis pueden variar según la persona y la gravedad de la enfermedad. Los síntomas más comunes son dolor articular, hinchazón, rigidez y disminución de la amplitud de movimiento. Algunas personas también pueden experimentar fatiga y una sensación general de malestar.
Si sospecha que puede tener artritis, es importante que acuda al médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. La intervención y el tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir daños mayores y mejorar la calidad de vida.
- Reconozca los síntomas de la artritis, como el dolor, la hinchazón y la rigidez articular.
- Comprender que la artritis puede aparecer en cualquier articulación del cuerpo.
- Saber que la artrosis es el tipo más común de artritis, causada por la degradación del cartílago de las articulaciones.
- Sepa que la artritis puede estar causada por la edad, las lesiones, la genética y otras afecciones médicas.
- Si sospecha que tiene artritis, acuda a un médico para que le diagnostique y le trate.
¿La artrosis y la artritis van siempre unidas?
La artritis es un término amplio que se utiliza para describir la inflamación de las articulaciones, mientras que la artrosis es una forma específica de artritis que se produce debido al desgaste del cartílago de las articulaciones. Aunque la artrosis es un tipo de artritis, no todos los tipos de artritis son artrosis.
Existen diferentes tipos de artritis, como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica y la gota, entre otras. Cada tipo tiene sus propias causas y síntomas, y pueden requerir distintos enfoques de tratamiento. Es importante comprender que no todas las formas de artritis están relacionadas con la artrosis.
La artrosis, por su parte, es la forma más común de artritis y suele desarrollarse con la edad. Puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, como las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral. La artrosis se produce cuando el cartílago que amortigua las articulaciones se deteriora con el tiempo, lo que provoca dolor, rigidez y reducción de la amplitud de movimiento.
Reconocer la diferencia:
Es esencial reconocer la diferencia entre la artrosis y otros tipos de artritis, ya que los enfoques de tratamiento pueden variar. La artrosis suele ser el resultado del desgaste de las articulaciones, mientras que otras formas de artritis, como la artritis reumatoide, son enfermedades autoinmunes que causan inflamación en todo el cuerpo.
Algunas diferencias clave entre la artrosis y otras formas de artritis son:
- Dolor: el dolor de la artrosis suele estar localizado en la articulación afectada y puede agravarse con el movimiento. Otros tipos de artritis pueden causar un dolor más generalizado y simétrico.
- Inflamación: La artrosis no suele causar una inflamación significativa de las articulaciones, mientras que otras formas de artritis pueden dar lugar a articulaciones hinchadas y sensibles.
- Edad: La artrosis es más frecuente en los adultos mayores, mientras que otros tipos de artritis pueden aparecer a cualquier edad.
- Causas: La osteoartritis está causada principalmente por el desgaste, mientras que otras formas de artritis pueden tener factores genéticos y del sistema inmunitario.
Si experimenta dolor articular u otros síntomas, es esencial que consulte a un médico para determinar la causa subyacente. Un profesional sanitario puede ayudar a diagnosticar el tipo específico de artritis y recomendar las opciones de tratamiento adecuadas.
¿Por qué se producen estas enfermedades?
La artritis y la artrosis son enfermedades que se producen debido a una combinación de factores como la genética, la edad y el estilo de vida.
En el caso de la artritis, el sistema inmunitario ataca por error a las articulaciones, provocando inflamación y dolor. Aún se desconoce la causa exacta de esta disfunción del sistema inmunitario, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales.
La artrosis, por su parte, se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Esto puede deberse a diversos factores, como la edad, la obesidad, las lesiones articulares y el estrés repetitivo sobre las articulaciones.
En ambos casos, el resultado es dolor, rigidez y movilidad reducida en las articulaciones afectadas. Es importante señalar que, aunque determinados factores de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar artritis u osteoartritis, cualquier persona puede verse afectada por estas enfermedades independientemente de su edad o estilo de vida.
Es fundamental cuidar las articulaciones llevando un estilo de vida sano, que incluya ejercicio, manteniendo un peso saludable y evitando someter a las articulaciones a un esfuerzo excesivo. Si experimenta dolor articular persistente, hinchazón o dificultad para moverse, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico adecuado y orientación sobre el tratamiento de la enfermedad.
Quién está en riesgo
La artritis y la artrosis pueden afectar a personas de todas las edades, pero son más frecuentes en los adultos mayores. A medida que envejecemos, nuestras articulaciones sufren un desgaste natural que nos hace más propensos a desarrollar artritis.
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar artritis:
1. Edad
El riesgo de artritis aumenta con la edad. La artrosis, la forma más común de artritis, suele afectar a personas mayores de 50 años. Sin embargo, también puede aparecer en individuos más jóvenes, especialmente si han sufrido lesiones articulares.
2. Sexo
La artritis afecta tanto a hombres como a mujeres, pero algunos tipos de artritis son más frecuentes en uno de los sexos. Por ejemplo, la artritis reumatoide es más común en las mujeres, mientras que la gota, un tipo de artritis causada por la acumulación de cristales de ácido úrico, es más común en los hombres.
3. Lesiones articulares
Las personas que han sufrido lesiones articulares previas, como lesiones deportivas o accidentes, tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis. Las lesiones pueden acelerar la degradación del cartílago y provocar inestabilidad articular, aumentando la probabilidad de desarrollar artritis más adelante.
4. Genética
La artritis tiene un componente genético, lo que significa que ciertos genes pueden hacer que las personas sean más propensas a desarrollar la enfermedad. Si tiene antecedentes familiares de artritis, puede tener un mayor riesgo de desarrollarla usted mismo.
5. Obesidad
El exceso de peso sobrecarga las articulaciones, especialmente las rodillas y las caderas. Esto puede provocar la degradación del cartílago y aumentar el riesgo de desarrollar artritis.
Si se encuentra en alguna de estas categorías de riesgo, es importante que tome la iniciativa en el cuidado de sus articulaciones y la gestión de su salud en general. Sin embargo, aunque no tenga ningún factor de riesgo, es posible que desarrolle artritis. Por lo tanto, es importante ser consciente de los primeros signos y síntomas de la artritis y buscar atención médica si es necesario.
¿Se dan estas enfermedades en los niños?
La artritis y la artrosis suelen asociarse a las personas mayores, pero también pueden afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños. Aunque estas afecciones son más raras en los niños, sigue siendo posible que desarrollen artritis u osteoartritis.
En los niños, la artritis suele denominarse artritis idiopática juvenil (AIJ). Es la enfermedad reumática crónica más frecuente en los niños y puede causar dolor articular persistente, rigidez e hinchazón. La AIJ puede afectar a cualquier articulación del cuerpo y, si no se trata, puede provocar complicaciones como problemas de crecimiento y lesiones articulares. El diagnóstico y tratamiento precoces son cruciales para controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.
Los niños con AIJ también pueden experimentar otros síntomas como fatiga, fiebre, erupciones cutáneas e inflamación ocular. Es importante que los padres y cuidadores estén atentos a estos signos y consulten a un profesional sanitario si sospechan que su hijo puede tener artritis.
En cambio, la artrosis es menos frecuente en niños que en adultos. Se trata de una enfermedad articular degenerativa que suele afectar a personas mayores debido al desgaste que sufren las articulaciones con el paso del tiempo. Sin embargo, algunos factores, como las lesiones articulares o las enfermedades subyacentes, pueden aumentar el riesgo de osteoartritis en los niños.
Si un niño se queja de dolor articular persistente, limitación de la amplitud de movimiento o dificultad para realizar actividades cotidianas, es importante buscar atención médica. Un profesional sanitario puede evaluar los síntomas del niño, realizar las pruebas adecuadas y determinar si la causa es la artritis o la artrosis.
El tratamiento de la artritis y la artrosis en niños suele consistir en una combinación de medicación, fisioterapia y modificaciones del estilo de vida. Es esencial que los padres y cuidadores colaboren estrechamente con los profesionales sanitarios para controlar la enfermedad del niño y proporcionarle el apoyo necesario.
En conclusión, la artritis y la artrosis pueden aparecer en niños, aunque son menos frecuentes en comparación con los adultos. Es importante que los padres y cuidadores sean conscientes de los signos y síntomas de estas afecciones y busquen atención médica si es necesario. Un diagnóstico y tratamiento precoces pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo en los niños.
Cómo ayudarse sin acudir al médico
Aunque es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados, hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a controlar los síntomas de la artritis y la artrosis por su cuenta. Estas estrategias de autoayuda pueden proporcionarle alivio y mejorar su bienestar general.
1. 1. Mantenga un peso saludable: El exceso de peso sobrecarga las articulaciones y agrava el dolor de la artritis. Procure mantener un peso corporal saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular.
2. 2. Manténgase activo: La actividad física regular ayuda a mantener flexibles las articulaciones y a fortalecer los músculos que las rodean. Opte por ejercicios de bajo impacto como nadar, caminar o montar en bicicleta.
3. 3. Terapia de frío y calor: Aplicar calor o frío a las articulaciones puede reducir el dolor y la inflamación. Utiliza una almohadilla térmica o una toalla caliente durante 20 minutos o prueba con compresas frías envueltas en una toalla durante 10-15 minutos.
4. Utilice dispositivos de ayuda: Los dispositivos de asistencia como aparatos ortopédicos, férulas o bastones pueden ayudar a reducir la tensión en las articulaciones y mejorar la movilidad. Consulta a un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional para que te recomiende alguno.
5. Practique técnicas de relajación: El estrés puede empeorar el dolor de la artritis. Prueba técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga suave para ayudar a controlar el estrés y promover la relajación.
6. Modifique sus actividades: Evite las actividades que empeoran el dolor articular y busque formas alternativas de realizar las tareas. Utiliza una mecánica corporal adecuada y haz descansos frecuentes para evitar el sobreesfuerzo.
7. Siga una dieta equilibrada: Incluya alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, que tienen propiedades antiinflamatorias. Además, consumir una variedad de frutas, verduras y cereales integrales puede favorecer la salud en general.
8. Descanse lo suficiente: El descanso adecuado es vital para controlar los síntomas de la artritis. Asegúrese de dar prioridad al sueño y escuche las necesidades de su cuerpo.
Recuerde que, aunque estas estrategias de autoayuda pueden proporcionar alivio, es fundamental consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico adecuado y opciones de tratamiento personalizadas.
¿Ayudan los suplementos de calcio?
Muchas personas con artritis u osteoartritis se preguntan si tomar suplementos de calcio puede ayudar a mejorar su estado. Aunque el calcio es un mineral esencial para la salud ósea en general, no se conoce del todo su papel en el control de los síntomas de la artritis.
Los estudios han mostrado resultados contradictorios en cuanto a la eficacia de los suplementos de calcio para reducir el dolor y la inflamación de las articulaciones. Algunas investigaciones sugieren que los suplementos de calcio pueden ayudar a ralentizar la progresión de la osteoartritis y promover una mejor densidad ósea, mientras que otros estudios no han encontrado beneficios significativos.
Calcio y salud ósea
El calcio es fundamental para mantener unos huesos fuertes y sanos. Contribuye a la formación y estructura de los huesos, así como al buen funcionamiento de músculos y nervios. Por lo general, se recomienda que los adultos consuman entre 1.000 y 1.200 miligramos de calcio al día mediante una combinación de dieta y suplementos si es necesario.
Sin embargo, aumentar simplemente la ingesta de calcio puede no ser la solución para mejorar los síntomas de la artritis. La artritis es una enfermedad compleja que implica inflamación, daño articular y degradación del cartílago. Aunque el calcio desempeña un papel en la salud ósea general, es posible que no se dirija directamente a las causas subyacentes de la artritis.
Otros factores a tener en cuenta
Cuando se trata de controlar la artritis, un enfoque holístico suele ser más eficaz. Además de los suplementos de calcio, es importante tener en cuenta otros factores del estilo de vida que pueden ayudar a mejorar los síntomas. Estos pueden incluir:
- Seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y cereales integrales.
- Practicar una actividad física regular para mantener la flexibilidad y la fuerza de las articulaciones.
- Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre las articulaciones.
- Utilizar dispositivos o ayudas para aliviar la tensión de las articulaciones afectadas.
- Controlar los niveles de estrés mediante técnicas de relajación o asesoramiento
Si está pensando en tomar suplementos de calcio para tratar los síntomas de la artritis, es importante que consulte a un profesional sanitario. Éste puede evaluar sus necesidades individuales y proporcionarle consejos personalizados basados en su enfermedad específica.
Recuerde que, aunque los suplementos de calcio pueden ser beneficiosos para la salud ósea en general, no son una panacea para la artritis. Un plan de tratamiento integral que aborde las causas subyacentes e incluya una combinación de intervenciones suele ser el enfoque más eficaz.
Masaje: ¿cura o prevención?
La terapia de masajes se utiliza desde hace mucho tiempo como forma de relajación y alivio del estrés. Sin embargo, cada vez se reconocen más sus posibles beneficios en el tratamiento de la artritis y la artrosis. Aunque no sea una cura para estas enfermedades, el masaje puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general.
¿Cómo ayuda el masaje?
El masaje puede aliviar:
- Reducción de la inflamación: El masaje puede ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones afectadas, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
- Aumentar el flujo sanguíneo: El masaje estimula la circulación sanguínea, ayudando a llevar nutrientes esenciales a la zona afectada y a eliminar los productos metabólicos de desecho.
- Aliviar la tensión muscular: La tensión muscular es a menudo un factor que contribuye al dolor articular. El masaje puede ayudar a relajar los músculos tensos, reduciendo el dolor y mejorando la amplitud de movimiento.
- Favorece la relajación: La terapia de masaje promueve la relajación y la reducción del estrés, lo que puede ayudar a manejar el impacto emocional y psicológico de la artritis.
¿Cuándo no se recomienda el masaje?
Aunque el masaje puede ser beneficioso para muchas personas con artritis y artrosis, hay algunos casos en los que puede no ser recomendable. Si padece alguna de las siguientes afecciones, es importante que consulte a un profesional sanitario antes de someterse a un tratamiento de masaje:
- Heridas abiertas o infecciones cutáneas en la zona a masajear.
- Osteoporosis grave o fragilidad ósea.
- Enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o la gota, en las que las articulaciones están calientes, hinchadas y doloridas.
- Coágulos sanguíneos o antecedentes de trombosis venosa profunda.
- Embarazo, especialmente en las últimas etapas.
Siempre es aconsejable consultar a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier tratamiento o terapia nuevos, incluidos los masajes, para asegurarse de que son seguros y adecuados para su dolencia específica.
Cómo darse cuenta de que ha llegado el momento de acudir al médico
Reconocer los signos y síntomas de la artritis y la artrosis es fundamental para controlar la enfermedad de forma eficaz. Sin embargo, puede llegar un momento en que las medidas de autocuidado no sean suficientes y sea necesario buscar atención médica. He aquí algunos indicios de que ha llegado el momento de consultar a un médico:
1. Dolor y rigidez persistentes
Si el dolor y la rigidez de las articulaciones persisten durante más de unas semanas, a pesar de haber probado remedios caseros y modificado el estilo de vida, es una señal de alarma. El dolor crónico e incesante puede ser un signo de artritis u osteoartritis que requiere evaluación y tratamiento profesional.
2. Dificultad para realizar las actividades cotidianas
Si la artritis o la artrosis merman su capacidad para realizar tareas cotidianas como caminar, cocinar o vestirse, es hora de buscar consejo médico. Tener dificultades con las actividades normales de la vida diaria es una indicación de que la enfermedad está interfiriendo en su calidad de vida y necesita atención médica.
3. Hinchazón e inflamación
Si sus articulaciones están constantemente hinchadas, calientes al tacto y acompañadas de enrojecimiento, puede ser un signo de inflamación causada por la artritis. La inflamación puede dañar las articulaciones con el tiempo si no se trata, por lo que la intervención médica inmediata es crucial.
4. Amplitud de movimiento limitada
Tener una amplitud de movimiento limitada en las articulaciones, es decir, no poder extenderlas o flexionarlas por completo, puede ser indicativo de artritis u osteoartritis. Si notas una disminución gradual de la movilidad de tus articulaciones que está afectando a tus actividades diarias, se recomienda consultar a un médico.
5. Fatiga y debilidad inexplicables
La artritis y la artrosis pueden causar cansancio y debilidad como consecuencia del dolor crónico y la inflamación. Si experimenta un cansancio y una debilidad excesivos que no pueden atribuirse a otros factores, puede ser señal de que su enfermedad requiere atención médica.
Recuerde que siempre se recomienda acudir al médico si no está seguro de sus síntomas o si éstos empeoran con el tiempo. Un profesional sanitario puede proporcionarle un diagnóstico preciso, elaborar un plan de tratamiento adecuado y ayudarle a controlar su artritis u osteoartritis de forma eficaz.
¿Puede ayudar la prevención?
Aunque la artritis y la artrosis son enfermedades que no siempre pueden prevenirse por completo, hay medidas que puede tomar para reducir el riesgo y minimizar el impacto de estas enfermedades en su vida. Adoptando un estilo de vida saludable y realizando ciertos cambios en sus hábitos diarios, puede retrasar potencialmente la aparición de la artritis o ralentizar su progresión.
Manténgase activo
El ejercicio regular es crucial para mantener la salud de las articulaciones y prevenir la artritis. Realizar actividades de bajo impacto como caminar, nadar o montar en bicicleta puede ayudar a mantener la movilidad y flexibilidad de las articulaciones. Es importante encontrar un equilibrio entre mantenerse activo y evitar actividades que puedan sobrecargar las articulaciones.
Mantenga un peso saludable
El sobrepeso sobrecarga las articulaciones, especialmente las que soportan peso, como las rodillas y las caderas. Si mantiene un peso saludable, puede reducir la tensión en las articulaciones y disminuir el riesgo de desarrollar artritis o de que empeoren los síntomas de la artrosis.
- Sigue una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables puede contribuir a la salud de las articulaciones. Ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3 del pescado y los frutos secos, y los antioxidantes de las frutas y verduras de colores, pueden tener propiedades antiinflamatorias beneficiosas para los artríticos.
- Proteja sus articulaciones
Tome precauciones para evitar lesiones que puedan dañar las articulaciones y aumentar el riesgo de padecer artritis. Por ejemplo, utilice técnicas adecuadas para levantar objetos pesados, evite los movimientos repetitivos que fuercen las articulaciones y lleve equipo de protección durante la práctica de deportes u otras actividades que puedan dañar las articulaciones.
Escuche a su cuerpo
Preste atención a cualquier signo o síntoma de dolor, rigidez o hinchazón articular. Si experimenta un dolor persistente o tiene dificultades para realizar las tareas cotidianas, puede ser necesario buscar atención médica. El diagnóstico y tratamiento precoz de la artritis puede ayudar a prevenir daños mayores en las articulaciones y mejorar su calidad de vida.
Aunque estas estrategias de prevención pueden ser útiles, es importante consultar a un profesional sanitario para obtener asesoramiento y orientación personalizados. Pueden ofrecerle recomendaciones adaptadas a sus necesidades específicas y ayudarle a controlar la artritis de forma eficaz.
Cómo afecta el coronavirus a personas con enfermedades similares
COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, ha afectado a personas de todo el mundo, pero determinados grupos tienen mayor riesgo de desarrollar síntomas graves o complicaciones. Las personas con afecciones crónicas, como artritis y artrosis, han suscitado inquietudes y preguntas sobre cómo puede afectarles el virus.
Las investigaciones han demostrado que las personas con afecciones subyacentes son más susceptibles de padecer síntomas graves de COVID-19. Las personas con artritis y artrosis entran en esta categoría debido a que su sistema inmunitario está comprometido y pueden sufrir problemas respiratorios. Además, algunos medicamentos utilizados para tratar la artritis, como los corticosteroides o los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD), pueden afectar a la respuesta del sistema inmunitario a las infecciones.
Es fundamental que las personas con artritis y artrosis tomen precauciones para reducir el riesgo de contraer el virus. Esto incluye una buena higiene de las manos, el uso de mascarillas en lugares públicos y el mantenimiento de pautas de distanciamiento social. Además, es importante seguir recibiendo atención médica periódica y seguir las recomendaciones de los profesionales sanitarios.
Si padece artritis u osteoartritis y le preocupa el COVID-19, es aconsejable que consulte a su proveedor de atención sanitaria. Ellos pueden proporcionar orientación personalizada basada en su condición específica y ayudar a abordar cualquier pregunta o preocupación que pueda tener.
Tabla: Consejos para personas con artritis y artrosis durante la pandemia
Aunque la investigación sobre el impacto de COVID-19 en las personas con artritis y osteoartritis está en curso, es importante tomar medidas proactivas para protegerse y mantenerse informado. Siguiendo las directrices recomendadas y manteniéndose en contacto con los proveedores de atención sanitaria, las personas con estas afecciones pueden minimizar su riesgo y mantener su bienestar general durante esta difícil etapa.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cuáles son los síntomas de la artritis?
Los síntomas de la artritis pueden variar según el tipo, pero los más comunes son dolor articular, rigidez, hinchazón y dificultad para mover las articulaciones afectadas.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es la forma más común de artritis y se produce cuando el cartílago protector de los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Esto puede provocar dolor y rigidez en las articulaciones afectadas.
¿Cómo puedo controlar el dolor artrítico en casa?
Hay varias formas de controlar el dolor artrítico en casa, como hacer ejercicio con regularidad, aplicar compresas frías o calientes en las articulaciones afectadas, mantener un peso saludable y tomar analgésicos sin receta. También es importante escuchar al cuerpo y descansar cuando sea necesario.
¿Cuándo debo acudir al médico por la artritis?
Debe consultar a un médico para la artritis si sus síntomas son graves o persistentes, si interfieren con sus actividades diarias, si experimenta hinchazón repentina o enrojecimiento en las articulaciones, o si tiene fiebre junto con dolor en las articulaciones. Un médico puede ayudarle a diagnosticar su enfermedad y ofrecerle las opciones de tratamiento adecuadas.
¿Hay algún cambio en el estilo de vida que pueda ayudar con la artritis?
Sí, hay varios cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a combatir la artritis. Por ejemplo, mantener un peso saludable, seguir una dieta equilibrada rica en fruta y verdura, evitar movimientos repetitivos que puedan sobrecargar las articulaciones y controlar los niveles de estrés. La fisioterapia y el ejercicio regular adaptado a su enfermedad también pueden ser beneficiosos.