La artritis es una enfermedad común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se trata de una inflamación crónica de las articulaciones, que puede causar dolor y rigidez. Existen distintos tipos de artritis, cada uno con sus propios síntomas y opciones de tratamiento. Es importante conocer los síntomas de cada tipo para buscar la ayuda médica adecuada y tratar la enfermedad con eficacia.
La artritis reumatoide es uno de los tipos más comunes de artritis. Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario del organismo ataca por error a sus propios tejidos. Las articulaciones suelen ser el objetivo principal de este ataque inflamatorio, que causa dolor, hinchazón y rigidez. Otros síntomas pueden ser fatiga, fiebre y pérdida de peso. El diagnóstico y el tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir el daño articular a largo plazo y la discapacidad.
La artrosis es otro tipo común de artritis, especialmente entre los adultos mayores. Es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago, que amortigua y protege las articulaciones. Con el tiempo, el cartílago se rompe, provocando dolor, hinchazón y movilidad limitada. La artrosis suele afectar a las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Aunque la artrosis no tiene cura, existen varias opciones de tratamiento para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
La artritis psoriásica es un tipo de artritis que afecta a las personas con psoriasis, una enfermedad crónica de la piel. Suele aparecer entre los 30 y los 50 años y puede causar dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones. Además de los síntomas articulares, la artritis psoriásica también puede provocar cambios en las uñas y la piel, como manchas rojas y escamosas. El diagnóstico y el tratamiento precoces son importantes para prevenir lesiones articulares y otras complicaciones.
La gota es un tipo de artritis que se produce cuando se acumulan cristales de ácido úrico en las articulaciones. Afecta sobre todo al dedo gordo del pie y provoca dolor, hinchazón y enrojecimiento repentinos e intensos. Los ataques de gota pueden desencadenarse por factores como una dieta rica en purinas, el consumo de alcohol y ciertos medicamentos. Hacer cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta sana y mantener un peso saludable, puede ayudar a controlar la gota y prevenir futuros ataques.
Por último, la artritis idiopática juvenil es un tipo de artritis que afecta a los niños. Es la enfermedad reumática crónica más frecuente en la infancia y puede causar dolor, hinchazón y rigidez articular. Otros síntomas pueden ser erupción cutánea, fiebre y fatiga. El diagnóstico y tratamiento precoces son esenciales para prevenir daños articulares y garantizar un crecimiento y desarrollo adecuados.
En conclusión, conocer los síntomas de los distintos tipos de artritis es crucial para un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz. Si experimenta dolor, hinchazón o rigidez articular, es importante que consulte a un profesional sanitario para una evaluación y un diagnóstico adecuados. Con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, es posible llevar una vida plena con artritis.
1 Osteoartritis (OA)
La osteoartritis (OA) es el tipo más común de artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad articular degenerativa que afecta principalmente al cartílago, el tejido que recubre los extremos de los huesos y les permite moverse suavemente unos contra otros. Con el tiempo, el cartílago se rompe, provocando dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones afectadas.
Los síntomas más comunes de la artrosis son
La artrosis suele afectar a las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna vertebral, así como las manos y los dedos. Es más frecuente en personas mayores, aunque también puede aparecer en personas más jóvenes, sobre todo si han sufrido un traumatismo articular o presentan determinados factores de riesgo, como obesidad o antecedentes familiares de la enfermedad.
El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de la artrosis son cruciales para aliviar los síntomas, ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos, fisioterapia, modificaciones del estilo de vida y, en casos graves, intervención quirúrgica.
Si experimenta algún síntoma de artrosis o de cualquier otro tipo de artritis, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.
Síntomas:
La artritis es una enfermedad que puede causar diversos síntomas según el tipo de artritis que padezca la persona. Estos son los síntomas comunes asociados a cada tipo:
1. Osteoartritis: Dolor articular, rigidez, hinchazón, disminución de la amplitud de movimiento, sonido crepitante en las articulaciones, agrandamientos óseos.
2. 2. Artritis reumatoide: Dolor articular, hinchazón, rigidez, fatiga, fiebre, pérdida de apetito, rigidez matutina de más de 30 minutos de duración.
3. 3. Artritis psoriásica: Dolor articular, hinchazón, rigidez, manchas rojas en la piel con escamas plateadas, cambios en las uñas, inflamación ocular.
4. Gota: Dolor articular intenso, hinchazón, enrojecimiento, calor, movilidad limitada, tofos (bultos duros) en las articulaciones u otras zonas.
5. 5. Artritis juvenil: Dolor articular, hinchazón, rigidez, fatiga, inapetencia, retraso del crecimiento, erupciones cutáneas.
Es importante estar atento a estos síntomas, ya que la detección y el tratamiento precoces pueden ayudar a controlar eficazmente la enfermedad. Si experimenta alguno de estos síntomas, es aconsejable consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Tratamiento:
El tratamiento de la artritis depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. En general, los objetivos del tratamiento son reducir el dolor, mejorar la función y ralentizar la progresión de la enfermedad.
La medicación suele ser un método habitual para tratar los síntomas de la artritis. Pueden recetarse antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir el dolor y la inflamación. Los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) suelen utilizarse para ralentizar la progresión de ciertos tipos de artritis inflamatoria.
Además de la medicación, las modificaciones del estilo de vida también pueden desempeñar un papel importante en el control de los síntomas de la artritis. El ejercicio regular y la fisioterapia pueden ayudar a mejorar la movilidad de las articulaciones y reducir el dolor. Mantener un peso saludable también puede ayudar a reducir la tensión en las articulaciones.
Las terapias alternativas, como la acupuntura, los masajes y los suplementos de hierbas, también pueden aliviar a algunas personas con artritis. Sin embargo, es importante consultar a un profesional sanitario antes de probar cualquier tratamiento alternativo.
En los casos graves en los que los métodos de tratamiento conservadores no son eficaces, puede considerarse la cirugía. La cirugía de sustitución articular puede ayudar a restablecer la función y reducir el dolor en las articulaciones gravemente afectadas.
En resumen, el tratamiento de la artritis varía en función del tipo y la gravedad de la enfermedad. La medicación, las modificaciones del estilo de vida, las terapias alternativas y la cirugía pueden formar parte del plan de tratamiento para reducir el dolor, mejorar la función y ralentizar la progresión de la enfermedad.
2 Artritis reumatoide (AR).
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones. Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario del organismo ataca por error a sus propios tejidos. La AR afecta principalmente al revestimiento de las articulaciones, causando hinchazón, dolor y rigidez.
Los síntomas de la artritis reumatoide pueden variar de una persona a otra, pero los signos comunes son dolor articular, hinchazón y rigidez matutina que dura más de una hora. Otros síntomas pueden ser fatiga, pérdida de apetito y sensación general de malestar.
La AR puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero suele afectar principalmente a manos, muñecas y pies. Con el tiempo, la inflamación causada por la AR puede provocar daños y deformidades en las articulaciones afectadas. Esto puede dificultar la realización de tareas cotidianas como escribir, teclear o caminar.
Actualmente no existe cura para la artritis reumatoide, pero un diagnóstico precoz y un tratamiento agresivo pueden ayudar a controlar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicación, fisioterapia y cambios en el estilo de vida para controlar el dolor y mejorar la función articular. Es importante que las personas con AR colaboren estrechamente con sus profesionales sanitarios para desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
Si experimenta dolor articular persistente, hinchazón o rigidez, es importante que acuda al médico para determinar la causa de los síntomas. Un diagnóstico y tratamiento rápidos pueden ayudarle a controlar los síntomas de la artritis reumatoide y mejorar su calidad de vida.
Síntomas:
Cada tipo de artritis tiene su propio conjunto de síntomas, pero hay algunos síntomas comunes que pueden indicar la presencia de artritis:
1. Dolor articular: Es el síntoma más común de la artritis. Puede variar en intensidad y puede ir acompañado de rigidez e hinchazón.
2. 2. Rigidez articular: La artritis puede dificultar el movimiento de las articulaciones afectadas, lo que provoca rigidez, especialmente por la mañana o después de un periodo de inactividad.
3. 3. Hinchazón: La inflamación de las articulaciones puede causar hinchazón, haciendo que la zona afectada parezca más grande de lo habitual.
4. Reducción de la amplitud de movimiento: La artritis puede limitar el movimiento de las articulaciones afectadas, dificultando la realización de las actividades cotidianas.
5. 5. Fatiga: Muchas personas con artritis experimentan fatiga, que puede atribuirse al dolor y la inflamación de las articulaciones.
6. Enrojecimiento y calor: En algunos casos, las articulaciones afectadas pueden enrojecerse y calentarse al tacto como consecuencia de la inflamación.
Síntomas de tipos específicos de artritis:
Es importante recordar que estos síntomas pueden variar de una persona a otra, y es crucial consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Tratamiento:
El tratamiento eficaz de la artritis depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. Los enfoques terapéuticos más comunes son
- Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los analgésicos, los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) y los modificadores de la respuesta biológica (biológicos) pueden ayudar a reducir el dolor, la inflamación y ralentizar la progresión de la enfermedad.
- Fisioterapia: Los ejercicios y estiramientos pueden mejorar la movilidad articular, fortalecer los músculos y reducir el dolor. Los fisioterapeutas también pueden recomendar dispositivos de asistencia y enseñar técnicas de autocontrol.
- Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a las personas con artritis a desarrollar estrategias para gestionar las actividades cotidianas y prevenir el daño articular. Pueden sugerir dispositivos de ayuda, técnicas de adaptación y modificaciones en el hogar o el lugar de trabajo.
- Cambios en el estilo de vida: Mantener un peso saludable, seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y controlar el estrés pueden contribuir a reducir los síntomas de la artritis.
- Cirugía: En casos graves en los que han fracasado otros tratamientos, puede recomendarse la cirugía de sustitución articular o la cirugía de fusión articular para aliviar el dolor y restaurar la función.
Es importante que las personas con artritis colaboren estrechamente con su equipo sanitario para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde sus necesidades y objetivos específicos.
3 Fibromialgia
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor generalizado y sensibilidad en los músculos, articulaciones y tejidos blandos. Suele ir acompañada de otros síntomas como fatiga, trastornos del sueño y dificultades cognitivas.
Aunque se desconoce la causa exacta de la fibromialgia, se cree que implica una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. Se diagnostica con más frecuencia en mujeres y suele empezar entre los 20 y los 50 años.
Los síntomas de la fibromialgia pueden variar de una persona a otra, pero las quejas más comunes incluyen rigidez muscular, dolores de cabeza, síndrome del intestino irritable y entumecimiento u hormigueo en las extremidades. El dolor asociado a la fibromialgia suele ser generalizado y puede describirse como un dolor profundo o una sensación de quemazón.
El diagnóstico de la fibromialgia puede ser difícil porque no existen pruebas específicas ni estudios de imagen que puedan confirmar definitivamente la enfermedad. En su lugar, los médicos suelen basarse en una combinación de evaluaciones clínicas, antecedentes médicos y la presencia de dolor generalizado y sensibilidad en zonas específicas del cuerpo denominadas puntos sensibles.
El tratamiento de la fibromialgia se centra en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Para ello suele ser necesario combinar medicamentos, como analgésicos y antidepresivos, con cambios en el estilo de vida, como ejercicio regular, control del estrés y sueño suficiente.
Es importante que las personas con fibromialgia colaboren estrechamente con su equipo sanitario para desarrollar un plan de tratamiento integral que aborde sus necesidades y síntomas específicos. Con un tratamiento adecuado, muchas personas con fibromialgia pueden llevar una vida plena y productiva.
Síntomas:
Los síntomas de la artritis pueden variar dependiendo del tipo de artritis, pero algunos síntomas comunes incluyen:
1. Dolor: El dolor es un síntoma común de la artritis. Puede variar de leve a intenso y puede sentirse en las articulaciones, los músculos u otras partes del cuerpo.
2. Rigidez: La rigidez de las articulaciones afectadas es otro síntoma frecuente. Puede empeorar por la mañana o tras periodos de inactividad.
3. Hinchazón: La hinchazón de las articulaciones es un síntoma común de la artritis. Las articulaciones afectadas pueden aparecer hinchadas, enrojecidas y sentirse calientes al tacto.
4. Limitación de la amplitud de movimiento: La artritis también puede afectar a la amplitud de movimiento de las articulaciones, dificultando el movimiento o la realización de las actividades cotidianas.
5. 5. Fatiga: Muchas personas con artritis experimentan fatiga, que puede ser causada por el dolor, la inflamación y el impacto general de la condición en el cuerpo.
Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar según la persona y el tipo específico de artritis. Siempre es mejor consultar a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y las opciones de tratamiento adecuadas.
Tratamiento:
El tratamiento de la artritis suele centrarse en controlar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la función articular. Las opciones de tratamiento específicas varían en función del tipo de artritis y de la gravedad de la enfermedad. A continuación se ofrece un resumen de los enfoques generales de tratamiento para los cinco tipos de artritis:
Es importante que las personas con artritis colaboren estrechamente con sus profesionales sanitarios para desarrollar un plan de tratamiento personalizado. Éste puede incluir una combinación de medicamentos, terapias y modificaciones del estilo de vida para controlar eficazmente los síntomas y mejorar la calidad de vida. Las citas periódicas de seguimiento y la comunicación abierta con los profesionales sanitarios son cruciales para controlar la eficacia del tratamiento y realizar los ajustes necesarios.
4 Gota
La gota es un tipo de artritis que se produce cuando hay una acumulación excesiva de ácido úrico en la sangre. Esta acumulación puede dar lugar a la formación de cristales de urato, que se acumulan en las articulaciones y provocan inflamación y dolor.
Los síntomas de la gota suelen aparecer de repente y suelen afectar al dedo gordo del pie. La articulación afectada puede inflamarse, enrojecerse y resultar extremadamente dolorosa. El dolor asociado a la gota suele describirse como insoportable y puede dificultar caminar o incluso tocar la zona afectada.
La gota es más frecuente en los hombres y suele estar asociada a determinados factores del estilo de vida, como una dieta rica en purinas (presentes en alimentos como la carne roja, el marisco y el alcohol) y la obesidad. También puede desencadenarse por ciertos medicamentos, como los diuréticos.
El tratamiento de la gota suele consistir en controlar los síntomas durante un brote agudo e introducir cambios en el estilo de vida para reducir la frecuencia y gravedad de futuros ataques. Esto puede incluir tomar medicamentos para reducir la inflamación y el dolor, hacer modificaciones en la dieta para evitar los alimentos ricos en purina y mantener un peso saludable.
Es importante controlar adecuadamente la gota, ya que si no se trata o se trata mal puede dar lugar a complicaciones como cálculos renales, tofos (bultos de cristales de urato que pueden formarse bajo la piel) y lesiones articulares.
Síntomas:
La artritis puede causar diversos síntomas, que pueden variar en función del tipo de artritis. Es importante conocer y reconocer estos síntomas para buscar el tratamiento adecuado. A continuación se enumeran los síntomas asociados a los distintos tipos de artritis:
Osteoartritis:
– Dolor y rigidez articular, especialmente tras periodos de inactividad.
– Hinchazón, calor y sensibilidad en la articulación afectada
– Chasquido o crujido al mover la articulación
– Rango de movimiento limitado
Artritis reumatoide:
– Dolor y rigidez articulares que suelen ser simétricos (se producen en ambos lados del cuerpo)
– Fatiga y debilidad
– Pérdida de apetito y de peso
– Rigidez matutina que dura más de una hora
– Fiebre
Gota:
– Dolor articular intenso y repentino, sobre todo en el dedo gordo del pie.
– Hinchazón y enrojecimiento de la articulación afectada
– Calor y sensibilidad
– Rango de movimiento limitado
– Bultos indoloros de cristales de urato bajo la piel
Artritis psoriásica:
– Dolor e hinchazón articular
– Rigidez, sobre todo por la mañana o tras periodos de inactividad
– Cambios en las uñas, como picaduras o separación del lecho ungueal
– Cambios en la piel, como manchas rojas con escamas plateadas
Espondilitis anquilosante:
– Dolor y rigidez en la parte baja de la espalda
– Dolor y rigidez en el cuello, las caderas y los hombros
– Fatiga
– Rango de movimiento limitado en la columna vertebral
– Dificultad para respirar
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Tratamiento:
El tratamiento eficaz de la artritis depende del tipo específico y de la gravedad de la enfermedad. Es importante consultar a un profesional sanitario para elaborar un plan de tratamiento individualizado. A continuación se indican algunas opciones de tratamiento habituales:
1. Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los corticosteroides, los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) y los modificadores de la respuesta biológica se utilizan habitualmente para reducir la inflamación, controlar el dolor y ralentizar la progresión de la artritis.
2. 2. Fisioterapia: Los ejercicios y las técnicas de fisioterapia ayudan a mejorar la movilidad de las articulaciones, fortalecer los músculos y reducir el dolor. Los fisioterapeutas pueden enseñar ejercicios y técnicas específicos adaptados a las necesidades de cada persona.
3. 3. Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales ayudan a los pacientes a realizar adaptaciones y modificaciones en sus actividades diarias y entornos de trabajo para reducir el estrés articular y mejorar su capacidad para realizar tareas.
4. Dispositivos de asistencia: El uso de dispositivos de asistencia como bastones, andadores, férulas u ortesis puede proporcionar apoyo a las articulaciones afectadas, mejorar la movilidad y reducir el dolor.
5. Cambios en el estilo de vida: Mantener un peso saludable, adoptar una dieta antiinflamatoria, realizar una actividad física regular y controlar el estrés pueden ayudar a controlar los síntomas de la artritis y mejorar la salud general de las articulaciones.
Nota: Las opciones de tratamiento pueden variar en función del tipo específico de artritis, por lo que es importante consultar a un profesional sanitario para obtener orientación personalizada.
5 Lupus
El lupus, también conocido como lupus eritematoso sistémico (LES), es una enfermedad autoinmune que afecta a múltiples órganos y sistemas del cuerpo. Se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error a sus propios tejidos, causando inflamación y daños.
1. Síntomas:
- Fatiga y fiebre
- Dolor muscular y articular
- Erupciones cutáneas, especialmente en la cara
- Fotosensibilidad
- Caída del cabello
- Fenómeno de Raynaud
- Úlceras bucales y nasales
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Afectación de órganos (riñones, corazón, pulmones)
2. Diagnóstico:
El diagnóstico del lupus puede ser difícil, ya que sus síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades. Para diagnosticar el lupus se utilizan la historia clínica, la exploración física y pruebas de laboratorio. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, análisis de orina y exploraciones de imagen.
3. 3. Tratamiento:
El tratamiento del lupus se centra en controlar los síntomas y prevenir los brotes. El plan de tratamiento puede incluir medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides, inmunosupresores y antipalúdicos. Además, las modificaciones del estilo de vida como el ejercicio regular, el control del estrés y la protección solar pueden ayudar a mejorar los síntomas.
4. Pronóstico:
El pronóstico del lupus varía de una persona a otra. Con un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con lupus pueden llevar una vida normal y saludable. Sin embargo, el lupus puede ser impredecible y causar complicaciones, como daño renal, problemas cardiovasculares y mayor riesgo de infecciones.
5. Investigación y apoyo:
Se está investigando para comprender mejor el lupus y desarrollar nuevos tratamientos. Diversos grupos y organizaciones de apoyo proporcionan recursos y ayuda a las personas con lupus. Estas organizaciones desempeñan un papel fundamental en la concienciación, la defensa de los derechos de los pacientes y la financiación de la investigación para mejorar los tratamientos y encontrar una posible cura.
Síntomas:
Conocer los síntomas de cada tipo de artritis puede ayudar a un diagnóstico y tratamiento precoces. He aquí algunos síntomas comunes a los que hay que prestar atención:
- Osteoartritis: Dolor articular, rigidez, hinchazón, disminución de la amplitud de movimiento y deformidades articulares.
- Artritis reumatoide: Dolor articular, hinchazón, rigidez, fatiga, pérdida de apetito y articulaciones calientes e hinchadas.
- Artritis psoriásica: Dolor articular, rigidez, hinchazón, erupciones cutáneas, cambios en las uñas y problemas oculares.
- Artritis juvenil: Dolor articular, hinchazón, rigidez, cojera, fatiga y fiebre.
- Gota: Dolor articular intenso, hinchazón, enrojecimiento, calor y limitación de la amplitud de movimiento.
Si experimenta alguno de estos síntomas o sospecha que puede tener artritis, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Tratamiento:
Las opciones de tratamiento de la artritis dependen del tipo específico y de la gravedad de la enfermedad. A continuación se indican algunos enfoques terapéuticos comunes:
1. Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) suelen recetarse para reducir el dolor y la inflamación asociados a la artritis. Otros medicamentos, como los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME), pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.
2. 2. Fisioterapia: Realizar ejercicios y técnicas de fisioterapia puede ayudar a mejorar la función y la movilidad de las articulaciones. También puede fortalecer los músculos circundantes, lo que puede proporcionar apoyo adicional a las articulaciones afectadas.
3. Cambios en el estilo de vida: Adoptar un estilo de vida saludable puede tener un impacto significativo en el control de los síntomas de la artritis. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y practicar técnicas de control del estrés pueden contribuir al bienestar general.
4. Dispositivos de ayuda: Dependiendo del tipo de artritis y de su gravedad, el uso de dispositivos de asistencia como aparatos ortopédicos, férulas o bastones puede ayudar a reducir la tensión articular y mejorar la estabilidad.
5. Inyecciones: Pueden administrarse inyecciones de corticosteroides en las articulaciones afectadas para aliviar temporalmente el dolor y la inflamación. Las inyecciones de ácido hialurónico son otra opción que puede ayudar a lubricar la articulación y reducir la fricción.
6. Cirugía: En los casos en que las opciones de tratamiento conservador son ineficaces, puede recomendarse la cirugía. Las cirugías de sustitución articular, como las de cadera o rodilla, pueden mejorar significativamente la movilidad y la calidad de vida de las personas con artritis grave.
Es importante que las personas con artritis colaboren estrechamente con sus profesionales sanitarios para desarrollar un plan de tratamiento personalizado basado en sus necesidades y objetivos específicos.
PREGUNTAS MÁS FRECUENTES
¿Cuáles son los distintos tipos de artritis?
Los cinco tipos principales de artritis son la artrosis, la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la gota y la espondilitis anquilosante.
¿Cuáles son los síntomas habituales de la artritis?
Los síntomas comunes de la artritis incluyen dolor articular, rigidez, hinchazón, enrojecimiento y una amplitud de movimiento limitada en la articulación afectada.
¿Cómo puedo distinguir entre los distintos tipos de artritis?
Los distintos tipos de artritis pueden distinguirse en función de las articulaciones específicas afectadas, la gravedad de los síntomas, la presencia de otras afecciones subyacentes y los resultados de pruebas médicas como análisis de sangre y estudios de imagen.
¿Tiene cura la artritis?
En la actualidad, no existe cura para la artritis, pero hay varias opciones de tratamiento disponibles para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con artritis.