A medida que sube la temperatura durante los calurosos días de verano, es importante prestar especial atención a tu rutina de cuidado de la piel. La combinación de calor, humedad y exposición al sol puede causar estragos en la piel, provocando erupciones, exceso de producción de grasa y quemaduras solares. Para que tu piel luzca y se sienta lo mejor posible, aquí tienes siete trucos útiles para el cuidado de la piel que puedes incorporar a tu rutina de verano.
1. Utiliza protección solar todos los días: La protección solar es imprescindible cuando hace calor para proteger la piel de los dañinos rayos UV. Busca un protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30 y aplícalo generosamente en todas las zonas expuestas del cuerpo. Vuelve a aplicarlo cada dos horas, sobre todo si nadas o sudas.
2. Limpia con suavidad: El calor puede hacer que tu piel sea más propensa a la grasa y a los brotes, por lo que es importante que te limpies la cara dos veces al día con un limpiador suave. Evita los exfoliantes o limpiadores agresivos que despojan a la piel de su grasa natural, ya que pueden provocar sequedad e irritación.
3. Hidrátate de dentro a fuera: Beber mucha agua es esencial para mantener una piel de aspecto saludable cuando hace calor. Cuando el cuerpo está deshidratado, la piel puede volverse seca y apagada. Intenta beber al menos ocho vasos de agua al día para mantener la piel hidratada y resplandeciente.
4. Utiliza cremas hidratantes ligeras: Las cremas y lociones pesadas pueden resultar asfixiantes para la piel cuando hace calor. Opta por cremas hidratantes ligeras y sin aceites que no obstruyan los poros. Busca cremas hidratantes que contengan ácido hialurónico, que ayuda a retener la humedad sin sensación de pesadez.
5. No te saltes la exfoliación: Exfoliar la piel una o dos veces por semana puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros, previniendo los brotes. Utiliza un exfoliante suave con gránulos pequeños o prueba exfoliantes químicos como los AHA o los BHA para lucir una piel más suave y radiante.
6. Busca la sombra: Aunque es tentador tomar el sol, la exposición prolongada al sol puede dañar la piel y provocar un envejecimiento prematuro. Busca la sombra durante las horas más calurosas del día, normalmente entre las 10.00 y las 16.00 horas, y ponte ropa protectora, como sombreros de ala ancha y camisas ligeras de manga larga.
7. alivia las quemaduras solares con aloe vera: A pesar de todos nuestros esfuerzos, pueden producirse quemaduras solares. Si te encuentras con una quemadura solar dolorosa, recurre al gel de aloe vera para calmar y refrescar la zona afectada. El aloe vera tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el enrojecimiento y favorecen la cicatrización.
Siguiendo estos trucos para el cuidado de la piel, puedes asegurarte de que tu piel se mantiene sana y radiante durante todo el tiempo de calor. Recuerda escuchar las necesidades de tu piel y ajustar tu rutina en consecuencia, ¡y no olvides disfrutar del verano mientras te mantienes protegida!
1 Bebe más agua
Cuando hace calor, es esencial mantenerse hidratado, y una de las formas más fáciles de hacerlo es bebiendo mucha agua. El agua no sólo sacia la sed, sino que también ayuda a mantener la piel hidratada desde el interior. Cuando no bebes suficiente agua, tu piel puede volverse seca, tirante y propensa a la irritación.
Asegúrate de beber al menos 8 vasos de agua al día, e incluso más si pasas mucho tiempo al aire libre o realizas actividades físicas. También puedes añadir rodajas de limón o pepino al agua para darle un toque refrescante. Evita las bebidas azucaradas y el alcohol, ya que pueden deshidratar el organismo.
Recuerda que beber agua no sólo es bueno para la piel, sino también para tu salud en general. Así que coge una botella de agua y tenla a mano durante todo el día para mantenerte fresco, hidratado y con un brillo saludable.
2 Come tomates y zanahorias
Además de utilizar productos tópicos, incorporar ciertos alimentos a tu dieta también puede ayudarte a proteger tu piel cuando hace calor. Los tomates y las zanahorias son dos ejemplos de alimentos excelentes para la piel.
Los tomates contienen licopeno, un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel contra el daño de los dañinos rayos UV del sol. Además, los tomates son ricos en vitaminas A y C, que pueden contribuir a la salud general de la piel.
Las zanahorias son otro alimento excelente para la piel. Están repletas de betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A. La vitamina A es conocida por sus propiedades para mejorar la piel, ya que puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar el tono y la textura de la piel.
Si incorporas tomates y zanahorias a tu dieta, ayudarás a nutrir y proteger tu piel desde dentro. Recuerda, una dieta sana es tan importante como una buena rutina de cuidado de la piel cuando se trata de mantener una piel sana y brillante.
3 Enriquece tu piel con antioxidantes
Cuando hace calor, nuestra piel está expuesta a más factores de estrés ambiental, como la contaminación y los rayos UV. Estos factores pueden acelerar el envejecimiento y dañar las células de nuestra piel. Para combatir estos efectos, es importante enriquecer nuestra piel con antioxidantes.
Los antioxidantes son sustancias potentes que ayudan a proteger la piel del estrés oxidativo y los radicales libres. Neutralizan estas moléculas nocivas y evitan que dañen las células de la piel. Al incorporar antioxidantes a su rutina de cuidado de la piel, puede reforzar eficazmente el mecanismo de defensa de su piel y mantener un cutis joven y radiante.
Una de las mejores fuentes de antioxidantes es la dieta. Comer frutas y verduras variadas, sobre todo las ricas en vitaminas A, C y E, puede aportar al organismo los antioxidantes esenciales que necesita. Las bayas, las verduras de hoja verde, los cítricos y los frutos secos son excelentes opciones.
Además de una dieta sana, también puedes encontrar productos para el cuidado de la piel que contengan antioxidantes. Busca ingredientes como el extracto de té verde, la vitamina C y el resveratrol, conocidos por sus propiedades antioxidantes. Cuando te apliques estos productos, asegúrate de masajearlos suavemente sobre la piel para mejorar su absorción.
Otra forma de aumentar los niveles de antioxidantes en la piel es utilizar mascarillas o sueros formulados específicamente para aportar dosis concentradas de antioxidantes. Estos productos pueden aplicarse una o dos veces por semana para dar a la piel un plus de protección.
Recuerda utilizar siempre un protector solar de amplio espectro cuando expongas tu piel al sol. El protector solar no sólo ayuda a proteger la piel de los dañinos rayos UV, sino que también evita la descomposición de los antioxidantes en la superficie de la piel.
En conclusión, enriquecer la piel con antioxidantes es un paso esencial para mantener una piel sana y joven, especialmente cuando hace calor. Si incorporas antioxidantes a tu dieta y a tu rutina de cuidado de la piel, podrás protegerla eficazmente de las agresiones medioambientales y mantener un cutis radiante.
4 En lugar de polvos normales, utiliza polvos minerales con SPF
Cuando hace calor, es importante proteger la piel de los dañinos rayos UV del sol. Una forma de hacerlo es utilizar polvos minerales con SPF en lugar de polvos normales.
Los polvos normales pueden obstruir los poros y hacer que la piel sea más propensa a los brotes cuando hace calor y hay humedad. En cambio, los polvos minerales son ligeros y transpirables, por lo que la piel se mantiene fresca y libre de grasa durante todo el día.
Si eliges unos polvos minerales con FPS, no sólo obtendrás los beneficios de unos polvos matificantes, sino también la ventaja añadida de la protección solar. El FPS de los polvos ayuda a proteger la piel de los rayos nocivos del sol, que pueden provocar quemaduras, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel.
Cuando te apliques los polvos minerales con FPS, asegúrate de distribuirlos uniformemente por el rostro, prestando especial atención a las zonas más expuestas al sol, como la frente, la nariz y las mejillas. No olvide tampoco el cuello y otras zonas expuestas.
Además, vuelve a aplicar los polvos minerales con FPS cada dos horas, sobre todo si pasas mucho tiempo al aire libre. La sudoración y la producción de grasa pueden hacer que los polvos desaparezcan, por lo que es fundamental mantener la piel protegida durante todo el día.
Utilizar polvos minerales con SPF no sólo ayuda a reducir los brillos y a mantener tu piel fresca, sino que también proporciona la protección solar esencial que tu piel necesita cuando hace calor. Así que, cambia los polvos normales por los polvos minerales con SPF y disfruta de un cutis bonito durante todo el verano.
5 Evita los peelings agresivos
Cuando hace calor, es importante ser delicado con la piel. Evita los exfoliantes agresivos que pueden eliminar la capa protectora de la piel y dejarla vulnerable a los daños. En su lugar, opte por exfoliantes suaves, como los basados en enzimas, que le ayudarán a eliminar las células muertas de la piel sin causar irritación. Este tipo de exfoliantes son especialmente beneficiosos para las pieles sensibles.
También es una buena idea evitar combinar varios productos exfoliantes en tu rutina de cuidado de la piel, ya que esto puede provocar una exfoliación excesiva e irritación. Limítate a utilizar un exfoliante cada vez y presta atención a cómo reacciona tu piel.
No olvide utilizar siempre una crema hidratante después de la exfoliación para reponer la humedad y mantener la piel hidratada. Esto es especialmente importante en épocas calurosas, cuando el calor puede deshidratar la piel.
Además, tenga cuidado con los exfoliantes que contienen productos químicos agresivos como el ácido glicólico o el ácido salicílico, ya que pueden ser demasiado fuertes para el clima cálido. Opta por alternativas más suaves, como el ácido láctico o las enzimas de frutas.
En general, es mejor evitar los peelings agresivos cuando hace calor y centrarse en métodos de exfoliación suaves que ayuden a mantener la piel sana y protegida.
6 No tomes el sol
Aunque puede resultar tentador tomar el sol, sobre todo durante los meses de verano, la exposición excesiva al sol puede ser perjudicial para la piel. Los rayos UV del sol pueden causar daños como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de cáncer de piel. Es importante que protejas tu piel buscando la sombra, llevando ropa protectora y aplicándote crema solar con un FPS alto.
7 Olvídate de la cama solar
Cuando llega el calor, es tentador ir a la cama bronceadora para conseguir un bronceado rápido. Sin embargo, exponer la piel a la radiación UV artificial puede tener efectos nocivos a largo plazo. En su lugar, prueba estas alternativas para conseguir un cutis bronceado:
- Utiliza un autobronceador: Opta por productos autobronceadores formulados con ingredientes naturales y que no contengan sustancias químicas nocivas. Aplícalos uniformemente sobre la piel para conseguir un bronceado sin estrías.
- Prueba el maquillaje bronceador: Consigue un aspecto bronceado sin los rayos nocivos del sol utilizando polvos o cremas bronceadoras. Aplícatelos en las mejillas, la frente y las clavículas para conseguir un brillo natural.
- Usa una loción corporal bronceadora: Hidrata tu piel y añade un toque de color con lociones corporales bronceadoras. Estos productos pueden darte un bronceado sutil a la vez que mantienen tu piel hidratada.
- Exfolia con regularidad: Para mantener un bronceado uniforme, exfolia la piel con regularidad para eliminar las células muertas y evitar la aparición de manchas. Utiliza un exfoliante suave o un cepillo exfoliante para obtener mejores resultados.
- Mantente hidratado: Beber mucha agua es fundamental para una piel sana. Ayuda a mantener el brillo natural de la piel y evita que se reseque.
- Consume alimentos que favorezcan la salud de la piel: Incorpora a tu dieta frutas y verduras ricas en antioxidantes, como las bayas, los tomates y las espinacas. Estos alimentos pueden ayudar a proteger la piel de los daños causados por la exposición al sol.
- Proteja su piel del sol: La mejor manera de conseguir un brillo saludable es proteger la piel de los dañinos rayos UV del sol. Utiliza un protector solar con un FPS alto, busca la sombra durante las horas punta y ponte ropa protectora cuando pases tiempo al aire libre.
Método exprés de hidratación de la piel
Cuando hace calor, es importante mantener la piel hidratada y humectada para evitar la sequedad y la deshidratación. He aquí algunas formas rápidas y sencillas de hidratar la piel:
- Utiliza una bruma facial hidratante: Rociarse la cara con una bruma hidratante a lo largo del día puede ayudar a reponer la humedad y mantener la piel fresca.
- Aplica una crema hidratante ligera: Opta por una crema hidratante ligera a base de agua que no resulte pesada para la piel. Busca ingredientes como el ácido hialurónico y la glicerina, que ayudan a atraer y retener la humedad.
- Bebe mucha agua: Mantenerse hidratado desde el interior es esencial para conservar una piel sana e hidratada. Bebe al menos 8 vasos de agua al día para mantener la piel hidratada.
- Evita las duchas calientes: Las duchas calientes pueden despojar a la piel de sus aceites naturales, provocando sequedad. Opta por duchas tibias y limita el tiempo de ducha.
- Utiliza un protector solar hidratante: Busca un protector solar que también aporte hidratación a tu piel. De este modo, protegerás tu piel de los dañinos rayos UV al tiempo que la mantienes hidratada.
- Aplícate un aceite facial: Los aceites faciales pueden aportar un extra de hidratación a tu piel. Aplica unas gotas de tu aceite facial favorito después de la hidratación para retener la humedad y dar a tu piel un brillo saludable.
- Utiliza una mascarilla hidratante: Mima tu piel con una mascarilla hidratante una o dos veces por semana. Las mascarillas están impregnadas de sueros hidratantes que pueden hidratar la piel en profundidad en sólo unos minutos.
Si incorporas estos métodos exprés de hidratación cutánea a tu rutina de cuidado de la piel, podrás mantenerla hidratada y sana incluso cuando haga calor.
Consejos para protegerse del sol cuando hace calor
Cuando se trata de proteger la piel de los rayos nocivos del sol, el protector solar es tu mejor amigo. Aquí tienes algunos consejos para usar protector solar cuando hace calor:
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cuáles son algunos consejos para cuidar la piel cuando hace calor?
Aquí tienes 7 trucos para mantener tu piel sana y bonita cuando hace calor:
¿Cómo puedo proteger mi piel del sol?
Uno de los consejos más importantes para el cuidado de la piel cuando hace calor es utilizar crema solar con un FPS alto para protegerla de los dañinos rayos UV. También debe llevar ropa protectora, como sombreros y mangas largas, y buscar la sombra cuando el sol esté más fuerte.
¿Qué puedo hacer para prevenir las quemaduras solares?
Para prevenir las quemaduras solares, debe aplicarse protector solar con generosidad y frecuencia, sobre todo si nada o suda. También es buena idea evitar la exposición al sol durante las horas de mayor intensidad, de 10 a 16 h, y buscar la sombra siempre que sea posible.
¿Cómo puedo mantener la piel hidratada cuando hace calor?
Para mantener la piel hidratada cuando hace calor, debe beber mucha agua y aplicarse una crema hidratante ligera. También puedes utilizar mascarillas hidratantes y sprays para dar a tu piel un extra de hidratación.
¿Qué productos de cuidado de la piel debo evitar cuando hace calor?
Cuando hace calor, es mejor evitar los productos de cuidado de la piel pesados y grasos, ya que pueden obstruir los poros y engrasar la piel. Busca productos ligeros y no comedogénicos que no obstruyan los poros.