13 extrañas coincidencias que te convencieron de que era el destino

13 situaciones en las que pensaste que era el destino (pero resultó ser una coincidencia)

Todos hemos vivido esos momentos en los que algo sucede en un momento tan oportuno, tan inexplicablemente conectado, que no podemos evitar pensar que debe de ser obra del destino. Ya sea al encontrarnos con un viejo amigo en una ciudad extranjera o al descubrir a un familiar perdido hace mucho tiempo, estos casos pueden dejarnos asombrados por los misteriosos caminos del universo. Pero, ¿y si, tras un examen más detallado, nos damos cuenta de que estos encuentros aparentemente fatídicos no son más que meras coincidencias?

1. El encuentro fortuito: Vas caminando por la calle, ensimismado en tus pensamientos, cuando de repente chocas con alguien. Al disculparte y levantar la vista, te das cuenta de que es la persona en la que has estado pensando todo el día. ¿Destino o casualidad?

2. La conexión improbable: Entabla conversación con un desconocido en una cafetería y descubre que tienen varios amigos en común. Resulta que ambos crecieron en la misma pequeña ciudad, pero nunca se habían cruzado hasta ahora. ¿Es el destino lo que os une o una mera coincidencia?

3. El alma gemela perdida: Tras años de búsqueda, por fin encuentras a la persona que crees que es tu alma gemela. Parece como si estuvierais destinados a encontraros, pero ¿y si sólo fuera una coincidencia que os encontrarais en el mismo lugar en el mismo momento?

4. El trabajo fortuito: Te topas con una oferta de trabajo que encaja perfectamente con tus habilidades e intereses. Es demasiado bueno para ser verdad. ¿Es el destino el que te guía hacia el trabajo de tus sueños, o simplemente una afortunada coincidencia?

5. La llamada inesperada: Coges el teléfono para llamar a un amigo y te das cuenta de que ya está al teléfono. Estaba a punto de llamarte. ¿Es el destino el que os ha reunido en ese preciso momento, o simplemente una coincidencia fortuita?

6. El descubrimiento accidental: Estás explorando una nueva ciudad y tropiezas con una joya escondida: un restaurante que sirve tu plato favorito de la infancia. ¿Es el destino el que te ha llevado a este lugar, o sólo una casualidad?

7. La ayuda oportuna: Estás luchando con un problema cuando, de la nada, alguien te ofrece una solución. Parece como si hubieran sido enviados para ayudarte en un momento de necesidad. Pero, ¿podría tratarse de una mera coincidencia?

8. El momento perfecto: Llegas tarde a una reunión importante y te encuentras con un atasco. Justo cuando estás a punto de rendirte, el tráfico se despeja de repente y llegas justo a tiempo. ¿Fue el destino o una afortunada coincidencia?

9. El accidente feliz: Cometes un error que acaba conduciéndote a un resultado mejor de lo que jamás podrías haber planeado. ¿Fue el destino el que te guió hacia este éxito inesperado, o sólo una afortunada coincidencia?

10. El lugar adecuado, el momento adecuado: se encuentra en el lugar adecuado en el momento adecuado para presenciar un acontecimiento único en la vida. Parece como si el universo hubiera conspirado para regalarte esta increíble experiencia, pero ¿es realmente una mera coincidencia aleatoria?

11. El Déjà Vu: Tiene la fuerte sensación de haber vivido antes una situación actual, hasta en sus más mínimos detalles. ¿Es una señal de que el destino se repite, o simplemente un truco casual de la mente?

12. El reencuentro inesperado: Te encuentras con un viejo amigo en un país extranjero, a miles de kilómetros de casa. Parece que el destino os ha unido, pero ¿es posible que ambos hayáis elegido el mismo destino?

13. La pasión compartida: Conoces a alguien que comparte la misma afición oscura que tú, algo que nunca pensaste que encontrarías en otra persona. Parece una señal del universo, pero ¿podría ser que simplemente te tropezaras con un compañero entusiasta por casualidad?

Por mucho que queramos creer en el destino, a veces las sorprendentes conexiones y acontecimientos de nuestras vidas pueden atribuirse a meras coincidencias. Aunque no deja de ser fascinante y asombroso vivir estos momentos, es esencial mantener la mente abierta y considerar la posibilidad de que no todo esté destinado a suceder.

Contents

1 Un encuentro casual en la calle

Una de las situaciones más comunes en las que podrías pensar que fue el destino es cuando tienes un encuentro fortuito con alguien en la calle. Es ese momento en el que te encuentras con alguien a quien no has visto en años o conoces a un desconocido que acaba convirtiéndose en una persona importante en tu vida.

Es como si el universo hubiera conspirado para juntaros, como si hubiera actuado una fuerza superior. Pero la mayoría de las veces, estos encuentros fortuitos son simples coincidencias.

Puede que estuvieras en el lugar adecuado en el momento adecuado, o puede que fuera pura suerte. Es fácil atribuir un significado más profundo a estos encuentros y atribuirlos al destino, pero en realidad no es más que el azar de la vida.

Caminos impredecibles que se cruzan

La vida está llena de giros imprevisibles, y a veces esos caminos se cruzan cuando menos lo esperamos. Puede que te encuentres con un viejo amigo en la calle mientras haces recados, o que conozcas al amor de tu vida mientras esperas el autobús.

Estos encuentros pueden parecer mágicos y especiales, pero a menudo son fruto del azar. Se trata de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno, y a veces eso da lugar a sorpresas maravillosas.

Potencial de conexiones significativas

A pesar de la naturaleza casual de estos encuentros fortuitos, no dejan de tener el potencial de establecer conexiones significativas. Es increíble el impacto que un breve encuentro puede tener en nuestras vidas.

Incluso si no fue el destino el que los unió, la conexión que se forma puede ser apreciada y cultivada. Así que aprovecha estas coincidencias y mira adónde te llevan, porque a veces los encuentros más inesperados pueden conducir a viajes increíbles.

2 Un encuentro casual en el tranvía

2 Un encuentro casual en el tranvía

Un día, mientras iba en tranvía al trabajo, me encontré con un desconocido. Intercambiamos sonrisas amables y seguimos a lo nuestro. Parecía un trayecto normal, nada fuera de lo común. No sabía que aquel encuentro fortuito pondría en marcha una serie de acontecimientos que cambiarían el curso de mi vida.

Cuando el tranvía se detuvo, el desconocido y yo nos vimos obligados a agarrarnos al mismo poste para apoyarnos. Hubo una conexión instantánea, una chispa de familiaridad que no pude identificar. Entablamos conversación, hablamos del tiempo y de otras cosas sin importancia. Era algo natural, como si nos conociéramos de toda la vida.

Con el paso de los días, nuestras interacciones en el tranvía se convirtieron en algo habitual. Descubrimos intereses y pasiones comunes, y cada conversación parecía profundizar nuestra conexión. Nos reímos, debatimos y compartimos historias de nuestras vidas. Era como si el universo hubiera conspirado para reunirnos en aquel mundano viaje en tranvía.

Un amor compartido por la literatura

Un día, al profundizar en la conversación, descubrimos un amor mutuo por la literatura. Hablamos de nuestros autores y libros favoritos, intercambiando recomendaciones y puntos de vista. Era un tema del que nunca nos cansábamos, y encontrábamos consuelo en la comprensión compartida del poder de las palabras.

Nuestras conversaciones sobre literatura pronto se extendieron a cafeterías y librerías. Asistimos juntas a lecturas y eventos literarios, sumergiéndonos en el mundo de la narración. Nuestra amistad floreció y quedó claro que aquel encuentro fortuito en el tranvía no tenía nada de ordinario.

Apoyar los sueños de los demás

Con el tiempo, nos convertimos en los mayores animadores el uno del otro. Nos apoyábamos y animábamos mutuamente a perseguir nuestros sueños y pasiones. Por fin tuve la confianza para empezar a escribir esa novela con la que siempre había soñado, mientras mi compañera de tranvía seguía una carrera en el mundo editorial.

Nuestro encuentro casual en el tranvía nos abrió puertas que nunca hubiéramos imaginado. Colaboramos en proyectos, compartimos consejos y opiniones, y nos presentamos mutuamente a personas influyentes en nuestros respectivos campos. Fue como si el destino hubiera intervenido para guiarnos hacia nuestras verdaderas vocaciones.

Mirando atrás, cuesta creer que nuestros caminos se cruzaran por pura casualidad. El tranvía, un medio de transporte mundano, se convirtió en un símbolo de serendipia y destino. Sirvió para recordarnos que, a veces, las cosas más extraordinarias pueden ocurrir en las circunstancias más ordinarias.

3 La fatal eliminación de la basura

Cuando se trata de tirar la basura, es importante tener cuidado y seguir los procedimientos adecuados para garantizar la seguridad. Sin embargo, ha habido casos en los que la gente pensó que se trataba de una simple coincidencia, pero terminaron en situaciones fatales.

1. Falta de mantenimiento

Una causa común de accidentes mortales relacionados con los trituradores de basura es la falta de mantenimiento adecuado. Con el tiempo, los trituradores de basura pueden atascarse o funcionar mal, provocando situaciones peligrosas. Es importante limpiar e inspeccionar regularmente el triturador de basura para prevenir cualquier problema potencial.

2. Uso incorrecto

Otro error fatal es utilizar el triturador de basura de forma incorrecta. Algunas personas pueden tratar de deshacerse de objetos grandes o materiales que no son adecuados para un triturador de basura. Esto puede provocar que el triturador se atasque o se dañe, causando un mal funcionamiento y, potencialmente, lesiones o incluso la muerte.

  • Asegúrese siempre de saber lo que puede y no puede desecharse en un triturador de basura.
  • No intente introducir a la fuerza objetos demasiado grandes o inadecuados en el triturador.
  • Siga las instrucciones del fabricante para utilizar correctamente el triturador de basura.

3. No desconectar la corriente

Un error fatal que se ha cometido en relación con los accidentes de trituradores de basura es no desconectar la alimentación antes de intentar cualquier mantenimiento o reparación. Esto puede provocar la activación accidental del triturador y posibles lesiones o incluso la muerte.

Es fundamental acordarse siempre de desconectar el triturador de basura antes de realizar cualquier tarea, como limpiarlo o desatascarlo. Este sencillo paso puede evitar accidentes trágicos.

En general, es importante tratar el triturador de basura con precaución y seguir las medidas de seguridad adecuadas. Pueden producirse accidentes mortales cuando se descuida el mantenimiento, se utiliza el triturador de forma incorrecta o no se apaga cuando es necesario. Si somos conscientes de estos peligros potenciales, podemos garantizar nuestra propia seguridad y evitar tragedias innecesarias.

4 Biblioteca del instituto

Un día, cuando era estudiante en el Instituto, me encontré en una situación que parecía cosa del destino, pero que resultó ser una casualidad relacionada con la biblioteca.

El día empezó como cualquier otro, y yo tenía que entregar un trabajo para mi clase de literatura. Había pasado la noche anterior trabajando en él, pero me di cuenta de que necesitaba algunas referencias adicionales para apoyar mis argumentos. Decidí dirigirme a la biblioteca del Instituto para encontrar los libros que necesitaba.

1. El libro de la estantería superior

Mientras me dirigía a la biblioteca, no pude evitar pensar en la casualidad de que necesitara encontrar un libro concreto para mi trabajo. Cuando llegué a la biblioteca, fui directamente a la sección donde se suponía que estaba el libro. Para mi decepción, no estaba en la estantería donde debía estar.

Le pregunté a la bibliotecaria si podía ayudarme a encontrar el libro y me dijo que se había extraviado. Sin embargo, la suerte quiso que la bibliotecaria acabara de encontrar el libro y se dispusiera a colocarlo de nuevo en la estantería. Parecía cosa del destino que yo llegara en el momento exacto en que devolvían el libro.

2. El estudiante con el mismo tema de investigación

Agradecida por haber encontrado el libro, empecé a hojear sus páginas, tratando de encontrar la información relevante para mi trabajo. Mientras leía, otro estudiante se me acercó y me preguntó si yo también estaba investigando el mismo tema.

Resultó que los dos estábamos estudiando aspectos similares de la literatura y acabamos teniendo una gran conversación sobre nuestras investigaciones. Intercambiamos ideas e incluso compartimos algunos recursos útiles que habíamos encontrado. Fue increíble cómo nuestros caminos se cruzaron en la biblioteca, dando lugar a una fructífera colaboración.

En conclusión, aunque al principio la situación en la biblioteca del Instituto parecía cosa del destino, no fue más que una serie de coincidencias. La oportuna devolución del libro y el encuentro con otro estudiante que investigaba el mismo tema fueron incidentes inesperados y afortunados que hicieron memorable mi visita a la biblioteca.

5 Restaurante

5 Restaurante

Cuando se trata de salir a cenar, a veces parece que el destino nos lleva al restaurante perfecto. Desde tropezar con un pequeño restaurante increíble en una calle lateral hasta elegir al azar un lugar que resulta ser una joya escondida, estas situaciones pueden dar lugar a experiencias gastronómicas inolvidables. Pero por mucho que creamos en el destino, a veces es sólo una coincidencia. He aquí cinco casos en los que pensó que el destino le había llevado a un gran restaurante, pero resultó ser una mera coincidencia.

1. La reserva perdida

Habías hecho una reserva en un restaurante de lujo con semanas de antelación, pero de alguna manera se perdió en su sistema. Decepcionado y hambriento, decides probar un restaurante cercano por capricho. Resulta que la comida supera todas las expectativas y acabas teniendo una experiencia gastronómica memorable.

2. La dirección equivocada

Has quedado con un amigo en un restaurante, pero debido a una confusión en la comunicación, acabáis en la dirección equivocada. En lugar de corregir el error, decides probar el restaurante. Para tu sorpresa, resulta ser una joya escondida con comida deliciosa y un ambiente estupendo.

3. La visita a otra ciudad

Vas a visitar una ciudad nueva y pides a un lugareño que te recomiende un restaurante. Te sugieren un lugar popular de la ciudad, pero al llegar te das cuenta de que hay una hora de espera. Hambriento y sin ganas de perder tiempo, eliges un pequeño restaurante cercano. Por suerte, la comida es increíble y te alegras de haber tropezado con él.

4. La confusión del menú

Te apetece un plato concreto y encuentras un restaurante especializado en él. Sin embargo, cuando llegas, descubres que han cambiado el menú y ya no ofrecen ese plato. Decepcionado, decides probar otra cosa y resulta ser la comida más deliciosa que has probado en mucho tiempo.

5. La cita improvisada

Vas caminando por la calle y ves un pequeño y pintoresco restaurante con un ambiente acogedor. Espontáneo, decides entrar. La suerte hace que acabes entablando conversación con un encantador desconocido sentado en la mesa de al lado. Resulta ser una encantadora cita improvisada que no habría tenido lugar si no te hubieras arriesgado en ese restaurante.

Así que la próxima vez que te encuentres en un restaurante que parece demasiado bueno para ser verdad, recuerda que a veces es sólo una coincidencia. Pero, ¿quién dice que las coincidencias no pueden llevar a experiencias gastronómicas increíbles?

6 Carretera

Mientras conduces por una carretera sinuosa, puede que te encuentres con vistas inesperadas o vivas experiencias que te hagan cuestionarte si fue el destino o una mera coincidencia. Aquí tienes seis situaciones en la carretera que parecían cosa del destino, pero resultaron ser meras coincidencias:

1. 1. Encontrarse con un viejo amigo en un área de descanso

Cuando llegas a un área de descanso en un viaje por carretera, ves una cara conocida. Resulta ser un viejo amigo al que hacía años que no veías. Aunque pueda parecer cosa del destino, lo más probable es que se trate de una coincidencia, ya que ambos os encontráis en la misma área de descanso al mismo tiempo.

2. Encontrar un objeto perdido a un lado de la carretera

Mientras conduces, observas algo brillante al borde de la carretera. Te pica la curiosidad y te paras a investigar. Para tu sorpresa, es el pendiente que creías haber perdido hace meses. Aunque pienses que ha sido el destino el que te ha guiado hasta encontrarlo, lo más probable es que se trate de una coincidencia que te haya hecho reparar en él.

3. Encontrarse con un mirador al atardecer

Mientras conduces por una carretera panorámica, vislumbras una impresionante puesta de sol. Se detiene para contemplar la vista y tomar algunas fotos. Aunque pueda parecer cosa del destino que hayas tropezado con este lugar perfecto en el momento perfecto, es simplemente una coincidencia que estuvieras allí cuando la puesta de sol era más hermosa.

4. Presenciar un accidente de coche que te salta por los pelos

Mientras conduces, eres testigo de un accidente de coche a pocos metros de ti. Por suerte, consigues dar un volantazo y evitar la colisión. Puede parecer que el destino intervino para protegerte, pero en realidad es una mera coincidencia que estuvieras en el lugar correcto en el momento adecuado para evitar verte involucrado en el accidente.

5. Ver un cartel publicitario del concierto de tu grupo favorito

Al pasar por delante de una serie de carteles publicitarios, uno te llama la atención. Es un anuncio de un concierto de tu grupo favorito en la ciudad. Aunque pueda parecer cosa del destino que hayas visto este cartel, es más probable que sea una coincidencia que estuvieras conduciendo por esa carretera específica donde estaba situado el cartel.

6. Ver un coche único que coincide con el coche de tus sueños

Mientras conduces, ves un coche raro y único que es exactamente igual al que siempre has soñado tener. Puede parecerte cosa del destino que te hayas cruzado con este coche en la carretera, pero es simplemente una coincidencia que lo hayas visto, ya que hay muchos coches en la carretera en los que no te fijas la mayoría de las veces.

Estas situaciones en la carretera pueden parecer el destino por su perfecta sincronización o alineación con tus deseos, pero en realidad no son más que coincidencias que pueden ocurrir durante cualquier viaje. Es intrigante reflexionar sobre la idea del destino, pero a veces es importante recordar que los acontecimientos aleatorios también pueden traer alegrías o sorpresas inesperadas.

7 Compañero de piso

Vivir con un compañero de piso puede ser una experiencia difícil, pero a veces las situaciones inesperadas pueden hacerte creer en el destino. Aquí hay siete situaciones en las que pensaste que era el destino, pero resultó ser una coincidencia con tu compañero de cuarto:

1. Asignación aleatoria de habitación

Cuando te asignaron un compañero de piso al azar y más tarde descubriste que ambos compartís intereses similares, os gustan los mismos programas de televisión o tenéis un amigo en común.

2. Gusto similar en decoración

2. Gusto similar en la decoración

Cuando los gustos decorativos de tu compañero de piso coinciden a la perfección con los tuyos, haciendo que tu espacio vital parezca diseñado sólo para ti.

3. Comida favorita

3. Compañero de comida favorito

Cuando tú y tu compañero de piso tenéis la misma comida favorita, y siempre podéis contar el uno con el otro para disfrutar de una pizza a última hora de la noche o de un burrito de desayuno.

4. Compañero de estudio

Cuando tu compañero de piso está en la misma carrera o va a clase contigo, lo que os permite estudiar juntos y apoyaros académicamente.

5. Sentido del estilo

Cuando el sentido del estilo de tu compañero de piso se complementa a la perfección con el tuyo, y podéis tomar prestada la ropa del otro sin esfuerzo y sin desentonar.

6. Planes de viaje

Cuando tú y tu compañero de piso hacéis planes de viaje de forma independiente y más tarde os dais cuenta de que ambos habéis reservado el mismo destino, creando la oportunidad de vivir juntos una aventura inolvidable.

7. Encuentros fortuitos

Cuando tú y tu compañero de piso os cruzáis continuamente fuera de vuestro espacio vital, ya sea en una cafetería local o en un evento de la comunidad, creando un vínculo más fuerte entre vosotros.

Estas situaciones pueden hacerle pensar que se trata de algo más que una mera coincidencia. Sin embargo, aceptar las conexiones inesperadas y las experiencias compartidas con tu compañero de piso puede hacer que tu convivencia sea aún más agradable y memorable.

8 Doctora

Un día, una joven llamada Samantha se sentía muy mal. Tenía fiebre, un fuerte dolor de cabeza y dolor de garganta. Samantha estaba convencida de que el universo la había llevado a la octava planta del hospital por una razón: necesitaba ver al octavo médico.

Mientras esperaba en la consulta, Samantha no pudo evitar darse cuenta de que todo parecía estar relacionado con el número ocho. Había ocho sillas en la sala de espera y el reloj de la pared marcaba las 8:08. Samantha lo interpretó como una señal de que era el octavo médico. Samantha lo interpretó como una señal de que estaba en el lugar correcto.

Cuando el octavo médico la llamó por su nombre, Samantha sintió una oleada de excitación. Estaba segura de que ese médico sería capaz de curarla. Sin embargo, cuando el médico la examinó, quedó claro que la enfermedad de Samantha no era más que un resfriado común.

Decepcionada, Samantha se dio cuenta de que su fe en el destino no había sido más que una coincidencia. El número ocho no tenía ningún significado especial en su enfermedad o tratamiento. Simplemente había visto al octavo médico por casualidad.

Samantha salió de la consulta del médico sintiendo una mezcla de vergüenza y alivio. Había dejado que su creencia en el destino le nublara el juicio, pero al menos ahora sabía que a veces las cosas son meras coincidencias y no señales del universo.

9 Estilista

Cuando se trata de estilo, a veces parece que el destino nos guía hacia la prenda o el accesorio perfecto. Pero la mayoría de las veces, es sólo una coincidencia que nos hace creer en el destino. Aquí hay 9 situaciones en las que pensaste que era el destino, pero resultó ser una coincidencia:

1. Encontrar el par de vaqueros perfecto

Llevas meses buscando el par de vaqueros perfecto que te quede bien y te haga sentir segura de ti misma. Un día, en una tienda de segunda mano, encuentras un par que es exactamente lo que estabas buscando. Parece cosa del destino, pero en realidad no es más que una afortunada coincidencia.

2. Coincidir accidentalmente con un amigo

Tu amiga y tú acudís a una fiesta con el mismo vestido o conjunto. No puedes evitar la sensación de que estaba predestinado, pero en realidad no es más que una graciosa coincidencia. Es un recordatorio de que las grandes mentes piensan igual cuando se trata de moda.

Pero a veces el destino influye en nuestras elecciones de estilo:

3. Un hallazgo en una tienda vintage

Tropiezas con una tienda vintage y encuentras una pieza única que te dice mucho. Es como si te hubiera estado esperando todo el tiempo. Puede que haya sido el destino el que te haya llevado hasta esta joya escondida.

4. El accesorio perfecto

Necesitas un accesorio llamativo para completar tu atuendo en un evento especial. Mientras caminas por la calle, ves a un vendedor ambulante que vende exactamente lo que estabas imaginando. Es como si el destino os hubiera unido.

Ya sea un verdadero giro del destino o simplemente una afortunada coincidencia, estos momentos de la moda pueden hacernos creer en algo más grande que nosotros mismos. Así que la próxima vez que te encuentres en una situación elegante, recuerda que está bien creer en el destino, aunque sólo sea una coincidencia.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Ha vivido alguna vez una situación en la que pensó que era el destino, pero resultó ser una coincidencia?

Sí, he vivido una situación así. Sentí como si el destino estuviera en juego, pero más tarde me di cuenta de que era una mera coincidencia.

¿Puede darme un ejemplo de una situación en la que pensó que era el destino, pero resultó ser una coincidencia?

Desde luego. Una vez estaba pensando en un viejo amigo al que hacía años que no veía y, al día siguiente, me lo encontré en el supermercado. Parecía el destino, pero fue sólo una coincidencia.

¿En qué situaciones suele confundirse el destino con la casualidad?

Hay varias situaciones en las que la gente confunde la casualidad con el destino. Algunos ejemplos son encontrarte con alguien en quien estabas pensando, encontrar el trabajo perfecto tras una larga búsqueda de empleo o incluso conocer a tu alma gemela de forma inesperada. Estos sucesos pueden parecer el destino, pero a menudo no son más que coincidencias.

¿Por qué la gente tiende a interpretar las coincidencias como señales del destino?

Las personas tienen una tendencia natural a buscar significados y conexiones en el mundo que les rodea. Cuando ocurren coincidencias, pueden parecer demasiado improbables para ser mera casualidad, lo que lleva a la gente a creer que debe haber un poder superior o el destino en juego.

¿Existen explicaciones científicas para las coincidencias?

Sí, las coincidencias tienen una explicación científica. Pueden atribuirse a una combinación de azar y a la enorme cantidad de acontecimientos que ocurren en nuestras vidas. Con tantas experiencias e interacciones diferentes, las coincidencias son inevitables.

¿Ha vivido alguna vez una situación en la que pensó que era cosa del destino, pero resultó ser una coincidencia?

Sí, ha habido varios casos en los que he creído que algo era cosa del destino, pero luego me he dado cuenta de que no era más que una coincidencia. Una de esas situaciones es cuando me encontré con un viejo amigo en una cafetería cualquiera de otra ciudad. Me pareció un encuentro fortuito, pero al reflexionar un poco más, me di cuenta de que sólo era casualidad que estuviéramos en el mismo lugar a la misma hora.

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