Elegir las zapatillas de running adecuadas es crucial tanto para los corredores experimentados como para los principiantes. Unas zapatillas inadecuadas pueden provocar molestias, lesiones e incluso desanimarte a seguir corriendo. Para ayudarte a tomar una decisión informada, hemos reunido 11 reglas de médicos y entrenadores que te guiarán en la búsqueda de las zapatillas de running perfectas.
Regla 1: Identifica tu tipo de arco
El primer paso para elegir unas zapatillas de running es determinar tu tipo de arco. Existen tres tipos principales: arcos altos, arcos normales y pies planos. Cada tipo requiere un soporte y una amortiguación específicos. Para identificar tu tipo de arco, puedes consultar a un podólogo o visitar una tienda especializada en zapatillas de correr.
Regla 2: Ten en cuenta tu pronación
La pronación se refiere a la forma en que el pie gira hacia dentro al correr o caminar. Es importante elegir unas zapatillas de running que tengan en cuenta tu pronación para garantizar una alineación correcta y reducir el riesgo de lesiones. Existen tres tipos de pronación: neutra, sobrepronación y supinación. Tu entrenador o tu médico pueden ayudarte a determinar tu pronación y recomendarte las zapatillas adecuadas.
Regla 3: Conoce el tamaño y la forma de tu pie
Aunque pueda parecer obvio, muchas personas pasan por alto la importancia de elegir el número y la forma de zapato adecuados. Asegúrese de medir su pie con precisión, teniendo en cuenta tanto la longitud como la anchura. Además, tenga en cuenta las características específicas de su pie, como pies anchos o talones estrechos. Esto te ayudará a encontrar unas zapatillas que se ajusten cómodamente y te proporcionen la sujeción necesaria.
Recuerda que las zapatillas de running adecuadas deben quedarte bien ajustadas, pero no apretadas, con espacio suficiente para mover los dedos de los pies.
Regla 4: Evalúa tu estilo de correr
Tu estilo de correr, incluyendo factores como la longitud de la zancada y el patrón de pisada, puede influir en el tipo de zapatillas que necesitas. Por ejemplo, si tienes tendencia a caer sobre la parte delantera del pie, puede que te convengan unas zapatillas con mayor amortiguación en esa zona. Conocer tu estilo de carrera te ayudará a elegir unas zapatillas que mejoren tu rendimiento y reduzcan el riesgo de lesiones.
Regla 5: Ten en cuenta la superficie sobre la que corres
También hay que tener en cuenta el tipo de superficie sobre el que se suele correr. Las distintas superficies requieren diferentes niveles de tracción y amortiguación. Si corres principalmente por senderos, por ejemplo, puede que necesites zapatillas con una suela más agresiva y características de estabilidad. Por otro lado, si corres sobre todo por asfalto llano, unas zapatillas ligeras con buena amortiguación pueden ser más adecuadas.
Regla 6: Comprueba la flexibilidad de las zapatillas
La flexibilidad es un factor importante a la hora de elegir unas zapatillas de running. Deben ofrecer suficiente flexibilidad para permitir una amplitud de movimiento natural, pero no ser demasiado rígidas como para restringir el movimiento. Para comprobar la flexibilidad, prueba a doblar la zapatilla desde la punta del pie hasta el talón y gira la suela. Si te parece demasiado rígido, puede que no sea el zapato adecuado para ti.
Recuerda que la flexibilidad favorece el buen funcionamiento del pie y ayuda a prevenir lesiones.
Regla 7: Pruébate el calzado por la tarde o después de correr
Los pies tienden a hincharse a lo largo del día, sobre todo después de correr. Para garantizar el mejor ajuste, se recomienda probarse las zapatillas de correr por la tarde o después de hacer ejercicio. Esto te ayudará a elegir una talla que se adapte a la posible dilatación de tus pies durante una carrera. Camina o trota por la tienda para sentir las zapatillas y asegurarte de que te proporcionan la comodidad y la sujeción necesarias.
Regla 8: Busca el consejo de un experto
En caso de duda, busca el consejo de un experto. Consulta a un médico, a un entrenador o al personal cualificado de una tienda de zapatillas de correr. Ellos pueden analizar tu forma de andar, examinar tus pies y ofrecerte recomendaciones basadas en tus necesidades específicas. Su experiencia te ayudará a tomar una decisión informada y a elegir las zapatillas de running adecuadas para ti.
Regla 9: Sustituye tus zapatillas con regularidad
Las zapatillas de correr se desgastan con el tiempo. La amortiguación y el apoyo que proporcionan disminuyen con el uso, aumentando el riesgo de lesiones. Como norma general, se recomienda sustituir las zapatillas de correr cada 480-800 kilómetros o cada 6 meses, lo que ocurra primero. Lleva un registro de tu kilometraje o de la fecha de compra para asegurarte de que tienes un par nuevo cuando lo necesites.
Regla 10: Priorizar la comodidad sobre el estilo
Aunque es tentador optar por unas zapatillas de running elegantes, la comodidad debe ser siempre la máxima prioridad. Recuerda que vas a pasar horas corriendo con ellas, así que elige unas zapatillas cómodas, que te proporcionen sujeción y que permitan que tus pies respiren. No sacrifiques la funcionalidad por la moda.
Regla 11: Acostúmbrate a ellas
Una vez que hayas encontrado el par perfecto de zapatillas para correr, es importante que las vayas estrenando poco a poco. Empieza con carreras cortas y aumenta gradualmente la distancia. Esto permitirá que tus pies y las zapatillas se adapten, garantizando una comodidad y un rendimiento óptimos.
Si sigues estas 11 reglas, estarás en el buen camino para encontrar las zapatillas de running ideales. Recuerda que invertir en unas zapatillas de running de calidad es invertir en tu experiencia de carrera en general y reducir el riesgo de lesiones. Así que, ¡cálzate los cordones y sal a la carretera con confianza!
Las principales reglas de elección
A la hora de elegir unas zapatillas de running, es importante seguir ciertas reglas para asegurarte de que encuentras el par perfecto para tus necesidades. Aquí tienes 11 reglas de un médico y entrenador que te ayudarán a hacer la elección correcta:
- Conoce tu tipo de pie: Saber si tienes un pie neutro, pronado o supinado puede orientarte hacia el tipo de zapatilla adecuado.
- Ten en cuenta tu estilo de correr: Las diferentes zapatillas están diseñadas para diferentes tipos de corredores, incluidos los que corren por senderos, los que prefieren largas distancias y los que esprintan.
- Ten en cuenta tu peso: El peso de un corredor puede influir en el tipo de amortiguación y sujeción que necesita una zapatilla.
- Mídase bien: Acude a una tienda especializada en zapatillas de running para que te midan los pies y te asesoren sobre el ajuste.
- Pruébate varios pares: No te conformes con el primer par que te resulte cómodo; pruébate varias opciones para encontrar el mejor ajuste.
- Lleva tus propios calcetines: Lleva los calcetines que utilizas habitualmente para correr cuando te pruebes las zapatillas para asegurarte el ajuste más preciso.
- Ten en cuenta el terreno: Si corres principalmente por senderos o superficies irregulares, busca zapatillas con mayor tracción y estabilidad.
- Comprueba la flexibilidad: Flexiona las zapatillas en tus manos para evaluar su flexibilidad y asegurarte de que se adaptan a tu estilo de correr.
- Presta atención a la amortiguación: Elige zapatillas con una amortiguación adecuada para reducir el impacto en tus articulaciones.
- Pregunta por las políticas de devolución: En caso de que las zapatillas no te funcionen tras unas cuantas carreras, asegúrate de que puedes devolverlas o cambiarlas.
- Consulta con un profesional: Si tienes alguna dolencia específica en el pie o necesitas un apoyo adicional, considera la posibilidad de consultar a un podólogo o a un especialista en medicina deportiva.
Si sigues estas reglas, podrás encontrar unas zapatillas de running que se ajusten bien y te proporcionen la sujeción y comodidad necesarias para tus carreras, ayudándote a alcanzar tus objetivos de running y minimizando al mismo tiempo el riesgo de lesiones.
1. Exploración del pie
Antes de comprar zapatillas para correr, es importante determinar tu tipo de pie. Esto puede hacerse mediante un escáner del pie, que analiza la estructura de los pies y proporciona información valiosa para elegir las zapatillas adecuadas.
Un escáner del pie implica un examen detallado de los pies, incluido el arco, la anchura y otras medidas. Esta información puede ayudar a identificar problemas biomecánicos, como la sobrepronación o la supinación, que pueden influir en la forma de correr y en el tipo de calzado adecuado.
Durante una exploración del pie, un profesional cualificado utiliza un equipo especializado para evaluar sus pies. Para ello, puede colocarse de pie sobre una placa de presión o utilizar un escáner 3D que capta el contorno de los pies.
En función de los resultados del escáner, el profesional podrá recomendarle el tipo de zapatilla para correr que proporciona el apoyo y la estabilidad necesarios para sus pies. Por ejemplo, si usted tiene arcos altos, puede necesitar zapatillas con amortiguación adicional, mientras que las personas con pies planos pueden requerir zapatillas con más estabilidad y control del movimiento.
En general, el escaneado del pie es un paso esencial a la hora de elegir unas zapatillas de correr. Ayuda a garantizar que seleccionas un par que se adapte a la estructura individual de tu pie y a tu biomecánica de carrera, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando tu experiencia de carrera en general.
2. Talla
Uno de los factores más importantes a la hora de elegir unas zapatillas de running es encontrar la talla adecuada. Llevar unas zapatillas de talla incorrecta puede provocar molestias, dolor e incluso lesiones.
Para determinar la talla correcta, es recomendable que un profesional te mida los pies. Así se asegurará de tener una medida exacta de la longitud y anchura de sus pies. Es importante tener en cuenta que el tamaño de los pies puede variar, por lo que es fundamental medir ambos pies.
Cuando te pruebes las zapatillas de correr, asegúrate de que hay espacio suficiente entre el extremo del dedo más largo y la zapatilla. Debe haber aproximadamente el ancho de un pulgar. Esto permite que los pies se expandan y se muevan durante la carrera.
Además de la longitud, la anchura de la zapatilla también es importante. Si tienes los pies más anchos, busca zapatillas con diferentes anchuras. Unas zapatillas demasiado estrechas pueden causar molestias y provocar problemas en los pies.
También se recomienda probarse las zapatillas de correr a última hora del día, cuando los pies pueden estar ligeramente hinchados de caminar o correr. De este modo, conseguirá un ajuste más preciso.
3. Material
A la hora de elegir unas zapatillas de running, es importante tener en cuenta el material del que están hechas. El material de la zapatilla puede influir mucho en tu comodidad y rendimiento mientras corres.
Un material habitual en las zapatillas de running es la malla. La malla es un tejido transpirable que permite que el aire circule por el interior de la zapatilla, manteniendo los pies frescos y evitando que suden demasiado. Esto puede ayudar a prevenir ampollas y molestias mientras corres.
Otro material importante a tener en cuenta es la suela de la zapatilla. La suela debe proporcionar suficiente amortiguación para absorber el impacto de cada paso y proteger tus pies de lesiones relacionadas con impactos. Busca zapatillas con suela acolchada para garantizar el máximo confort y protección.
Además, es importante elegir un calzado fabricado con materiales duraderos. Correr supone un gran esfuerzo para tus zapatillas, por lo que es importante que puedan soportar el desgaste. Busca zapatillas fabricadas con materiales de alta calidad y diseñadas para durar.
Por último, ten en cuenta si la zapatilla tiene características o tecnologías adicionales que puedan ser beneficiosas para tus necesidades específicas. Algunas zapatillas tienen soporte adicional para el arco del pie o características de estabilidad, mientras que otras pueden tener materiales resistentes al agua para correr en condiciones húmedas.
En conclusión, a la hora de elegir unas zapatillas de correr, presta atención al material del que están hechas. Busca zapatillas fabricadas con materiales transpirables, amortiguados y duraderos. Ten en cuenta cualquier característica adicional que pueda ser beneficiosa para tu estilo de correr o tus necesidades.
4. La suela
La suela de una zapatilla de running desempeña un papel crucial a la hora de proporcionar tracción y agarre en diferentes superficies.
Cuando elijas unas zapatillas de running, presta atención al dibujo de la suela. Los distintos tipos de suela están diseñados para superficies específicas:
Zapatillas de carretera: Estas zapatillas tienen una suela lisa ideal para correr sobre asfalto u hormigón. El dibujo de la banda de rodadura es poco profundo y te ayuda a avanzar con suavidad.
Zapatillas de trail running: Si te gusta correr fuera de la carretera por terrenos irregulares, las zapatillas de trail running son la mejor opción. Tienen un dibujo más profundo y agresivo que proporciona una mejor tracción en tierra, grava, barro y otras superficies irregulares.
Zapatillas de atletismo: Estas zapatillas están diseñadas principalmente para correr en pistas de carreras o superficies sintéticas. Tienen un dibujo plano y liso que aumenta la velocidad y permite colocar el pie con precisión.
Zapatillas de running multideporte: Estas versátiles zapatillas son adecuadas para varios tipos de superficies, como carretera, sendero y pista. El dibujo de la banda de rodadura es una combinación de agarre y flexibilidad, lo que las hace adecuadas para diferentes entornos de carrera.
Ten en cuenta el tipo de superficie por el que vas a correr con más frecuencia y elige unas zapatillas de running con el dibujo de la banda de rodadura adecuado para garantizar un rendimiento y una seguridad óptimos.
Recuerda que la banda de rodadura de tus zapatillas de running debe coincidir con el terreno por el que vas a correr para proporcionar la sujeción y el agarre necesarios, reduciendo el riesgo de resbalones y caídas.
5. Amortiguación
La amortiguación es uno de los factores más importantes a la hora de elegir unas zapatillas de running. Se refiere a la cantidad de amortiguación y protección contra impactos que proporciona la zapatilla.
Una buena amortiguación ayuda a reducir la tensión en las articulaciones, los músculos y los tendones, lo que puede ayudar a prevenir lesiones como las fracturas por estrés y los dolores en las espinillas. También proporciona una experiencia de carrera más cómoda y agradable.
Cuando elijas unas zapatillas de running, busca modelos que ofrezcan una amortiguación adecuada a tus necesidades específicas. Cada corredor puede necesitar un nivel de amortiguación diferente en función de su peso corporal, estilo de carrera y superficie.
Una regla general es que los corredores más pesados o los que corren largas distancias pueden beneficiarse de zapatillas con más amortiguación, mientras que los corredores más ligeros o los que corren distancias más cortas pueden optar por zapatillas con menos amortiguación.
Es importante tener en cuenta que la amortiguación no equivale a una suela más blanda o gruesa. Una zapatilla con una buena amortiguación debe proporcionar una sensación de respuesta y apoyo, permitiendo una mecánica del pie y una transferencia de energía adecuadas.
Cuando te pruebes unas zapatillas de correr, presta atención a la sensación de amortiguación bajo tus pies. Busque una zapatilla que le resulte cómoda y le proporcione apoyo, sin que le resulte excesivamente blanda o inestable.
En resumen, la amortiguación es un factor crucial a la hora de elegir unas zapatillas de running. Encontrar una zapatilla con la cantidad adecuada de amortiguación para tus necesidades puede ayudarte a proteger tu cuerpo y mejorar tu experiencia al correr.
6. Glúteos
Cuando se trata de zapatillas para correr, el ajuste alrededor del trasero es crucial. Los glúteos desempeñan un papel importante en la forma de correr, ya que ayudan a estabilizar el cuerpo y a mantener una postura correcta durante toda la zancada. Por lo tanto, es esencial elegir unas zapatillas de running que proporcionen suficiente apoyo y estabilidad para los glúteos.
Cuando elijas unas zapatillas para correr, presta atención al contrafuerte del talón, que es la parte trasera de la zapatilla que sujeta el talón. Debe ajustarse perfectamente al talón sin causar molestias ni rozaduras. Un contrafuerte del talón flojo o mal ajustado puede provocar ampollas e inestabilidad durante las carreras.
Además, ten en cuenta la amortiguación y la sujeción del arco del pie. Los glúteos necesitan una amortiguación adecuada para absorber los impactos y reducir el riesgo de lesiones. Busca zapatillas con una entresuela gruesa y un acolchado adecuado para garantizar una protección adecuada para tus glúteos.
Además, la suela de la zapatilla debe proporcionar suficiente tracción y agarre para evitar resbalones y caídas. Las zapatillas de correr con una suela de goma duradera y un dibujo multidireccional son ideales para mantener una pisada segura, especialmente en superficies mojadas o irregulares.
Por último, asegúrate de probarte diferentes marcas y modelos de zapatillas de running para encontrar la que se adapte perfectamente a tu trasero. El trasero de cada persona es único, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Tómate tu tiempo para encontrar unas zapatillas de running que te resulten cómodas y te ofrezcan sujeción para tus glúteos, ya que contribuirán a que disfrutes más de la carrera y a que no sufras lesiones.
7. Cordones
Una técnica de atado adecuada es esencial para garantizar el ajuste perfecto de tus zapatillas de correr. La forma de atarse las zapatillas puede influir en la comodidad, la sujeción y la estabilidad generales que proporcionan. Aquí tienes algunos consejos para atarte las zapatillas de correr:
1. 1. Cordones rectos: Empieza pasando los cordones por los ojales inferiores de las zapatillas y apriétalos. A continuación, cruza los cordones uno sobre otro y pásalos por el siguiente par de ojales. Continúa atando los cordones en línea recta hasta que llegues a la parte superior.
2. Cordones en bucle: Este método puede aliviar la presión en la parte superior del pie. Empieza pasando un extremo del cordón por el ojal inferior del mismo lado de la zapatilla. A continuación, cruza los cordones uno sobre otro y pásalos por el siguiente par de ojales. En lugar de tensar los cordones, crea un bucle y pasa el cordón a través de él. Repite este proceso hasta llegar a la parte superior.
3. Cordón de bloqueo del talón: Si tienes el talón estrecho o te resbala, esta técnica puede proporcionarte una sujeción adicional. Empieza atándote los cordones normalmente hasta el penúltimo par de ojales. En lugar de cruzar los cordones, pásalos directamente por los ojales restantes. A continuación, cruza los cordones uno sobre otro y átalos como de costumbre.
4. Volver a colocar las zapatillas: Si notas molestias o puntos de presión mientras corres, prueba a recolocar las zapatillas para ajustarlas. Experimenta con diferentes técnicas de atado y niveles de tensión hasta que encuentres la opción más cómoda.
Recuerda que la forma de atarse las zapatillas puede marcar una diferencia significativa en tu experiencia de carrera. Es importante encontrar la técnica de lazada que mejor se adapte a tus pies y te proporcione la sujeción y el confort necesarios. No dudes en consultar a un profesional si no estás seguro de cuál es la mejor manera de atarte las zapatillas.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué importancia tiene elegir las zapatillas de running adecuadas?
Elegir el calzado adecuado para correr es extremadamente importante, ya que puede afectar en gran medida a tu rendimiento y prevenir lesiones. Unas zapatillas adecuadas proporcionan el apoyo y la amortiguación necesarios para proteger los pies, las rodillas y las articulaciones. Por otro lado, llevar un calzado inadecuado puede causar molestias, dolor e incluso provocar problemas a largo plazo.
¿Cuáles son los factores clave que hay que tener en cuenta al elegir las zapatillas de correr?
A la hora de elegir unas zapatillas de running, hay que tener en cuenta varios factores clave. En primer lugar, asegúrate de que las zapatillas te quedan bien y son cómodas. Deben ajustarse bien, pero sin apretar, y dejar espacio suficiente para que se muevan los dedos de los pies. Además, ten en cuenta tu estilo de carrera y el tipo de terreno por el que sueles correr. Las zapatillas están diseñadas para distintos tipos de corredores y superficies, así que elige en consecuencia. Por último, es importante tener en cuenta la forma específica de tu pie y cualquier problema de pronación que puedas tener, ya que esto puede afectar al tipo de zapatilla que necesitas.
¿Con qué frecuencia debo cambiar mis zapatillas de correr?
Por lo general, se recomienda sustituir las zapatillas de correr cada 300-500 millas, o cada 4-6 meses, dependiendo de la frecuencia con la que corras y del estado de las zapatillas. Con el tiempo, la amortiguación y la sujeción de las zapatillas de correr pueden estropearse, lo que disminuye el rendimiento y aumenta el riesgo de lesiones. Presta atención a cualquier signo de desgaste, como arrugas visibles, amortiguación aplastada o suela desgastada.
¿Es necesario fabricar unas zapatillas a medida?
Las zapatillas a medida no son necesarias para todo el mundo. Sin embargo, si tienes problemas específicos en el pie o problemas biomecánicos que requieren un apoyo o corrección adicionales, unas zapatillas a medida pueden ser beneficiosas. Para la mayoría de los corredores, sin embargo, debería bastar con encontrar un buen ajuste entre las opciones disponibles en el mercado. Siempre es una buena idea consultar a un especialista, como un podólogo o un experto en calzado de running, para que te ayude a determinar si es necesario un calzado a medida para tus necesidades individuales.